Los jugadores extranjeros dominan la NBA

El dominio de Estados Unidos en la NBA, una liga que históricamente ha sido protagonizada por jugadores nacidos en su territorio, ha comenzado a desmoronarse ante la creciente influencia de atletas internacionales. En los últimos años, una nueva ola de jugadores extranjeros ha tomado el control de los galardones más importantes de la competición, lo que pone en evidencia la transformación del panorama de la liga

Desde 2019, los premios MVP han sido monopolizados por estrellas internacionales como Giannis Antetokounmpo, Nikola Jokic y Joel Embiid, quienes han hecho historia al ser reconocidos como los jugadores más valiosos de la liga durante seis temporadas consecutivas. Este hecho contrasta drásticamente con el pasado, cuando apenas una decena de jugadores no estadounidenses habían sido galardonados con este premio en toda la historia de la NBA. Además, el impacto de los jugadores foráneos no se limita solo a los premios MVP. La pasada temporada, los tres primeros finalistas para este trofeo —Jokic, Luka Doncic y Shai Gilgeous-Alexander— también eran extranjeros, lo que subraya aún más la creciente relevancia de los jugadores internacionales en la liga.

El fenómeno de la internacionalización de la NBA se refleja también en la gran cantidad de extranjeros que han llegado a la liga en las últimas décadas. Hace más de 30 años, los jugadores internacionales representaban solo una pequeña fracción de los equipos, pero en la temporada pasada, se registró un récord con 125 jugadores de 40 países diferentes, una cifra que ha venido aumentando de manera constante.

Además, los últimos drafts han reafirmado la importancia de los jugadores internacionales en la NBA. Francia, en particular, ha visto cómo dos de sus talentos fueron elegidos en las primeras posiciones del draft: Zacharie Risacher y Alex Sarr. Victor Wembanyama, otro prodigio francés, fue seleccionado como el número uno en 2023, lo que demuestra la calidad emergente fuera de las fronteras estadounidenses.

Esta transformación ha abierto las puertas a una NBA cada vez más global, donde las estrellas nacidas fuera de Estados Unidos, como Jokic, Doncic, y Wembanyama, lideran una liga que parece estar perdiendo su carácter predominantemente norteamericano.