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Los Knicks se topan con Markkanen, 106-121

Roberto Anidos

Lauri Markkanen lideró el ataque de los Utah Jazz con 34 puntos, mientras que Collin Sexton encendió el ataque en el último cuarto con cuatro triples decisivos para asegurar la victoria de su equipo sobre los New York Knicks por 121-106. Este triunfo permitió a los Jazz romper una racha de cuatro derrotas consecutivas

Sexton cerró el encuentro con 25 puntos, mientras que John Collins destacó con un doble-doble de 20 puntos y 13 rebotes. Por su parte, Walker Kessler regresó a la titularidad tras recuperarse de una lesión y tuvo un impacto significativo, aportando 11 puntos, 10 rebotes y tres tapones, además de ser una presencia intimidante en la pintura.

En el lado de los Knicks, OG Anunoby firmó su mejor actuación de la temporada con 27 puntos. Jalen Brunson añadió 23 puntos, y Karl-Anthony Towns se lució con 16 puntos y 16 rebotes, aunque sufrió una noche complicada desde la línea de tres, fallando sus siete intentos, algo que no le había ocurrido en nueve partidos consecutivos. El equipo neoyorquino, que venía de cuatro triunfos al hilo, tuvo problemas con la puntería y terminó con apenas un 39% de acierto en tiros de campo.

El partido mostró momentos clave, como en los minutos finales del segundo cuarto. Mientras los Knicks erraban tres lanzamientos consecutivos, los Jazz aprovecharon para ampliar la ventaja. Markkanen encestó un triple, Kessler finalizó un contraataque con una bandeja, y Keyonte George coronó la racha con un tiro en suspensión justo antes de que sonara la bocina, dejando el marcador 66-51 al descanso.

En el último cuarto, los Knicks intentaron reaccionar y recortaron la diferencia a ocho puntos, pero los Jazz respondieron con una seguidilla de 10 puntos, culminada con un triple de Johnny Juzang que prácticamente selló el encuentro con poco más de seis minutos por jugar.

Pese a su ofensiva habitualmente efectiva, los Knicks quedaron expuestos defensivamente, especialmente en los primeros compases del juego, con rotaciones tardías y poca comunicación en los cambios. Aunque lograron ajustar en el segundo tiempo, ya era demasiado tarde para revertir la situación.