Los Warriors defenderán su título de campeón (101-92)

Los Rockets llegaron a ganar por quince, pero al final sufrieron demasiado la baja de Paul, su desacierto terrible en el triple, y la calidad de la pareja Curry & Durant. Un cóctel que permitió a los campeones remontar y meterse en la final de la NBA, la cuarta consecutiva para ellos

Los Warriors defenderán su título de campeón tras disputar un séptimo partido que fue un calco del sexto. Con un Rockets comenzando mejor, pero diluyéndose con el paso de los minutos, basando su suerte en un carrusel de triples que volvieron a no entrar, llegaron a fallar la friolera de 27 seguidos, y el cansancio acumulado en una rotación muy corta.

De inicio Rockets controló el ritmo a base de dominar el rebote ofensivo, y de anotar con fluidez de tres, y de un Harden (32 puntos 6 asistencias) que anotó 14 puntos en el primer cuarto, así llegaron al final del primer cuarto (19-24).

En el segundo Rockets mantuvo el domino, esta vez gracias a la aportación de Capela (20 puntos 9 rebotes) y Gordon (23 puntos 6 asistencias). Warriors no controlaba su rebote y llegaron a perder 11 balones en este periplo de partido, por lo que se veían quince abajo en un momento dado (33-48) y (43-54) al descanso.

Pero de nuevo el tercer cuarto fue fatídico para los intereses de los Rockets. Curry que terminó con 27 puntos, 10 asistencias , 9 rebotes y 5 recuperaciones, volvió a aquellas noches de gloria que se adueñaba de todo y maravillaba al mundo entero para liderar un (17-2) de parcial con 14 triples del base.

Un parcial que cambió el partido por completo, ya que una canasta de Durant (34 puntos 5 rebotes 5 asistencias) empataba el partido a (61-61), desde ese momento Rockets ya nunca se pondría por delante. Houston se hundía a base de fallar triples y Warriors lo aprovechaba para irse de siete al final del tercer cuarto (76-69) tras un letal parcial de (33-15).

Rockets seguía fallando triples sin parar, en el otro aro Durant se sumaba al ataque de los suyos de manera clara, asumiendo la responsabilidad de manera clara, a cinco minutos para el final las distancias se mantenían controladas para Warriors (89-78).

Houston, con una rotación más corta que su rival, notó mucho el cansancio, la falta de ideas, la falta de Paul. Cierto que Gordon intentó liderar la última intentona por meterse en el partido (83-89), pero esto no se le iba a escapar al campeón, y con un (5-0) de parcial sentenció las últimas fuerzas que le quedaban a los tejanos. Al final (92-101), y cuarta final consecutiva para los Warriors.

Photo NBA Media