Los Warriors muestra su condición de campeón en Houston (106-119)

Hay partidos que si quieres ser campeón no puedes fallar, la diferencia entre ser o no ser. Los Warriors lo saben bien y se lo hicieron saber al aspirante Rockets tras vencerle en su cancha, de manera contundente y cambiando el factor cancha de la serie (0-1)

El partido se convirtió en un duelo de estrellas, y ahí los Warriors se mueven como pez en el agua, ya que a pesar de que Harden se fue hasta los 41 puntos y 7 asistencias y Paul a los 23 puntos y 11 rebotes, eso sí, con solo 3 asistencias, todo ello fue insuficiente ante el nivel mostrado por Durant (37 puntos), Thompson (28 puntos) y Curry (18 puntos 8 asistencias).

La victoria no tuvo dudas, a los Rockets se les notó la presión por ganar, por cumplir su condición de local y empezar ganando. Enfrente un Durant asesino, imparable, y acompañado por un Thompson (6 triples) que apoyaba su masacre con certeros tiros.

Importantes también fueron Iguodala, con 11 puntos, y Green, que con solo 5 puntos anotados, demostró que se puede ser muy importante en un partido de baloncesto sin anotar canastas, con su defensa y con sus 9 rebotes y 9 asistencias.

En los Rockets Capela intentó (12 puntos) aportar por dentro, pero hoy fue partido de pistoleros y se quedó algo desubicado, Gordon (15 puntos) destacó desde el banquillo.

Tras una primera mitad igualada, (30-29) al final del primer cuarto, y (56-56) al descanso, el encuentro se decantó a lo largo del tercer cuarto, cuando los Warriors abrieron una brecha de trece puntos (72-85). Antesala del dominio final de los visitantes, letales en el momento preciso para llevarse el siempre importante primer encuentro de una serie final de conferencia.

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photo NBA Media