Con Stephen Curry fuera de combate por una molestia en el isquiotibial, los Golden State Warriors encontraron en Buddy Hield y Draymond Green los artífices para iniciar con buen pie su serie de segunda ronda. El conjunto de Steve Kerr se impuso por 99-88 a unos erráticos Minnesota Timberwolves en un Targer Center que presenció una auténtica exhibición defensiva de los visitantes
Hield prolongó su excelente momento tras el séptimo partido contra Houston, donde sellaron su pase de ronda. En esta ocasión, el escolta brilló con 24 puntos, incluyendo un 5 de 8 en triples que desató la ofensiva de los Warriors. Por su parte, Draymond Green sacó a relucir un inusual acierto desde el perímetro, encestando cuatro triples en la primera mitad para terminar con 18 puntos en su cuenta particular.
La ausencia de Curry, máximo triplista histórico de la NBA y cuatro veces campeón, fue cubierta con un esfuerzo colectivo en el que Kerr utilizó hasta 12 jugadores, priorizando el desgaste defensivo y el movimiento de balón.
El partido dejó una estadística sorprendente en estos playoffs: los equipos locales aún no han ganado un partido en la segunda ronda. Minnesota tendrá su oportunidad de romper esa tendencia en el segundo encuentro, previsto para el jueves.
La gran incógnita es si Curry podrá estar disponible para entonces. El base de los Warriors se retiró en el segundo cuarto tras anotar un tiro de media distancia y llevarse la mano a la parte posterior de su pierna izquierda. Pocos minutos después, el equipo confirmó su baja para el resto del partido, encendiendo las alarmas en San Francisco.
Ante esa adversidad, Kerr desplegó una defensa en zona que colapsó por completo el ataque exterior de los Timberwolves. El equipo de Minnesota, que venía de un 7 de 47 en triples en su victoria contra los Lakers en el quinto partido de la primera ronda, comenzó el duelo fallando sus primeros 16 intentos desde el perímetro. No fue hasta que Naz Reid encestó un triple desde el ala, con 8:32 por jugar en el tercer cuarto, cuando los Timberwolves rompieron la sequía. Para entonces, el marcador ya reflejaba una ventaja de 20 puntos para los Warriors.
Anthony Edwards, a pesar de un inicio accidentado, lideró a los Wolves con 23 puntos y 14 rebotes, aunque su 9 de 22 en tiros de campo evidenció los problemas de eficiencia. Reid aportó 19 puntos y Julius Randle sumó 16, pero el equipo terminó con un desastroso 5 de 29 en triples y llegó a estar 23 puntos abajo al final del tercer cuarto.
El segundo asalto de la serie se disputará el jueves, y la gran pregunta en el aire es si Stephen Curry estará listo para volver a liderar a unos Warriors que, incluso sin su estrella, demostraron ser un bloque compacto y disciplinado.
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