Miqui Forniés, el gran fotógrafo del baloncesto con un millón de amigos

Miguel Ángel Forniés Velilla (Badalona, 1952), Miqui para sus amigos, que los tiene a mares, es un grande de nuestro baloncesto. Sus fotografías explican con riqueza la (r)evolución de nuestro basket y de sus protagonistas. Basta verlas para sentir emoción

Aparte de su trabajo tras el objetivo, Miqui Forniés ha sido entrenador, representante, reportero para la revista “Nuevo Basket” (etapa mitificada con toda razón) y Jefe de Prensa del Joventut de Badalona durante 19 temporadas. También es autor de dos libros: “Crónicas de un viaje alucinante” (Zona 131 Ediciones de Basket; 2005) y “Memorias Vividas” (131 Ed.; 2015), aparte de colaborar aportando fotografías para obras de terceros, como “Retratos tras el Telón de Acero” (Stoitel Libros, 2020), de David de la Vega, o “Aquellos Maravillosos Aros” (Libros.Com, 2020 y 2021), de quien firma este artículo.

A finales de 2019, fue galardonado por la Fundació del Bàsquet Català (FBC) y hoy le hacemos una entrevista especial. Ya que Miqui resume su filosofía vital con esta frase: “Yo soy como la canción de Roberto Carlos, quiero tener un millón de amigos”, hilamos aquí un diálogo en equipo gracias a la colaboración de José Miguel De las Heras Díez (Pope), Miguel Esteban, Paco García, Miguel Juane, Jordi Perramon, Berni Rodríguez, Carlos Ruf y Julio Torres.

José Miguel de las Heras Díez, alias Pope (entrenador de Bizkaia con experiencia en clubes como Jarrilleros o Boldreroak, ambos de Portugalete, hoy vive en Maipú, Mendoza, Argentina, donde prepara un nuevo proyecto deportivo): ¿Alguna vez se te cayó un jugador encima mientras trabajabas?

Miguel Ángel Forniés: Los fotógrafos tenemos una cosa buena, los de antes estábamos en el suelo y teníamos los abductores fantásticos… pero una vez en Granollers, en el antiguo pabellón, Herminio San Epifanio, el hermano mayor de Epi, cuando iba buscando el balón me dio un pisotón y saltó por encima. Afortunadamente la cámara me la cuelgo siempre en el pecho para evitar accidentes.

Xabier Sanmartín: ¿Cómo llega a tus manos la primera cámara de fotos?
M. A. Forniés: Viví en casa de mis tíos hasta los seis años, en Badalona. A mi tío le gustaba mucho la fotografía, arreglaba cámaras y las limpiaba. Siempre me decía siempre que algún día una de esas cámaras sería mía pero luego no fue así por cosas de la vida…

Al final, la primera cámara que llegó a mis manos fue la que recibí durante unas vacaciones con mis padres en Benicassim (Castellón). Ellos me compraron una Kodak Instamatic, un modelo que venía en una caja amarilla y que tenía cartuchos de 12, 24 o 36 fotos. Era una cámara fija.

X. S.: ¿Y la primera ya en edad sénior?
M. A. Forniés: La primera cámara reflex que tuve la logré gracias a los jóvenes rusos que traían hasta aquí cámaras para vender durante aquellos tiempos del Telón de Acero cuando venía el Spartak de San Petersburgo (llamado entonces Spartak de Leningrado).

Le pregunté a Alexander Belov si me podía traer una cámara desde Rusia y cuando vino en 1973 para el partido de doble homenaje a Buscató y Emiliano, en Badalona, con el Joventut frente a una selección europea, me fui hasta el hotel Calderón de Barcelona, donde se hospedaba Belov, y tras burlar la vigilancia del comisario político, fui hasta su habitación, llamé a la puerta y al entrar Belov sacó de debajo de la cama una maleta de madera de la que extrajo una cámara Zenit envuelta en un paño.

Carlos Ruf (jugador internacional en los años 80 y 90 que pasó por clubes como Joventut, Valvi Girona, Manresa, Lleida, Breogán… y hoy colaborador en al web https://robertorico.es con la sección “El Diván del Deportista”): Miqui, ¿cómo notas el cambio del carrete al formato digital?
M. A. Forniés: Todo mi carrera como fotógrafo transcurrió con cámara analógica hasta que hace unos ocho años empecé a usar la digital, con todo lo que representa haber trabajado así, buscando enfocar bien sin tener el autofocus que tienen las digitales.

Yo tenía que enfocar la cámara y acercarla. Muchas veces me ponía bajo canasta y enfocaba el aro y así luego ya podía disparar.

Tras hacer muchas fotos y haber jugado al basket sabes lo que va a venir, intuyes si el base va a penetrar por la línea de fondo, o si va a hacer un pase. Siempre he usado cámaras Canon para la fotografía analógica y Nikon para la digital.

Desde que llegó el Photoshop para hacer retoques, todo es mucho más fácil.

X. S.: ¿Qué tipo de objetivos sueles emplear?
M. A. Forniés: Cuando estás preparado para hacer las fotos estás siguiendo la jugada por el visor y si no tienes un objetivo grande, como un 300mm. no estás enfocando, estás pendiente de que venga el balón pero ahora con la foto digital, aseguras mucho más.

Bajo canasta suelo usar un 50 mm. y cuando estaba en canastas que no tenían soporte me ponía bajo la canasta con el gran angular ya que así se hacen unas fotos increíbles.

El 300 mm. lo usaba para una jugada en medio campo en la que el base venga botando. También me gustaba ponerme en un ángulo con un 85mm., en una esquina.

Hay dos ángulos donde trabajamos bien los fotógrafos profesionales sin molestar los árbitros, y yo siempre me ponía la derecha del aro debajo de canasta.

Miguel Juane (jugador internacional en los años 80 y 90 de clubes como Bosco A Coruña, OAR Ferrol, Obradoiro, Forum Valladolid, y hoy abogado experto en Derecho Deportivo): ¿Cómo se conserva la pasión después de tanto tiempo?
M. A. Forniés: La pasión no la pierdo nunca porque para mi el baloncesto, viajar y la fotografía son tres pasiones igual de importantes. Si tienes pasión por el baloncesto y te gusta la fotografía, no te cansas nunca. Veo muchos partidos, incluso baloncesto de equipos de base y os aseguro que disfruto de cada partido aunque admito que si voy sin la cámara… lo paso mal.

Miguel Esteban (responsable de “El Sexto Hombre” (http://www.elsextohombre.com/), programa semanal de radio que suma ya más de doscientas entregas con difusión en varias emisoras valencianas): ¿Cómo ha cambiado el baloncesto visto desde el objetivo de la cámara? Hoy en día, como aficionado, yo suelo disparar del orden de 500 fotos por partido…
M. A. Forniés: Yo hoy con la digital hago una media de 180 o 190 fotos de cada partido. Antes, si usaba blanco y negro empleaba dos carretes de 36 fotos, yendo con uno de recambio por si el partido era muy bueno.. He de decir que las revistas me daban todo el material necesario para trabajar.

Ahora cada foto que haces la miras. Antes, yo tenía que esperar a que saliera la revista para verlas porque no he revelado nunca. Salían publicadas las que los compañeros de cada revista consideraban adecuado revelar y las que luego decidían publicar pero sí es cierto que yo sabía cuando había hecho unas buenas fotos… y no siempre salían publicadas las que a mi más me gustaban.

En su día, junto a dos amigos, compramos una ampliadora de la marca Carranza e hicimos alguna prueba de revelado pero lo vi muy complicado… así que nunca revelaba mi material. Sí me preocupaba mucho por mandar bien los carretes para que llegasen en las mejores condiciones.

Por ejemplo, al principio de mis viajes por Estados Unidos, un fotógrafo americano me dijo que usase una bolsa especial para que los rayos x de los controles en los aeropuertos no dañaran los carretes al pasarlos por los controles.

Paco García (entrenador de clubes ACB como Fórum Valladolid, Baskonia, Breogán de Lugo, Tenerife o Fuenlabrada): ¿Cuál ha sido la foto más difícil de hacer?
M. A. Forniés: Las difíciles de hacer son aquellas en pistas donde hay poca iluminación pero también fue difícil, en otro sentido, hacer fotos a mis ídolos, a jugadores como Kareem Abdul-Jabbar, algo muy complicado de conseguir en los años 80.

Siempre me ha gustado la NBA, desde que hice la mili en San Fernando (Cádiz). Coincidí en esa época con Alfredo Pérez, que fue dos veces máximo anotador de la liga y recuerdo que jugábamos en un portaaviones de la base de Rota (Cádiz) y un día al ir a un pub de allí vi por primera vez en mi vida imágenes de la NBA, de una película en Super 8 mm. donde salía Lew Alcindor, entonces con los Bucks (1969-1975), antes de ser Kareem Abdul-Jabbar en los Los Angeles Lakers (1975-1989). En esa película aparecía tirando uno de sus famosos ganchos, el llamado Sky Hook.

Jordi Perramon (autor del blog de baloncesto http://www.pivotworld9.com y analista para varios medios catalanes): ¿Una foto que todavía no hayas hecho y que desees hacer?
M. A. Forniés: Una foto a mi sobrino, Aleix Haro, si algún día llegase a la ACB. De todas formas, en todos los partidos donde le veo jugar me lo paso muy bien y disfruto mucho haciendo esas fotos. Es del año 2001 y se formó en el San Josep y en el Joventut de Badalona yen los dos últimos añoa ha jugado en el AE Badalonés.

X. S.: ¿Un listado final de jugadores que quieras destacar?
M. A. Forniés: Yo quiero tener un millón de amigos, como dice la canción de Roberto Carlos. Citaría a muchos… Del Joventut, diría Jordi Villacampa y Nino Buscató, a quien, por cierto, no retraté nunca jugando porque se retiró antes de que empezase a hacer fotos. Del Barcelona, a Norris y Epi. Además destacaría a Charly López Rodríguez, a Fernando Martín, con quien coincidí en Philadelphia, cuando jugó allí con Portland en la temporada 1986/1987; a Rudy Fernández, que le ha dado mucho al baloncesto, igual que Juan Carlos Navarro, otro alero que ha marcado toda una época; a Alfredo Pérez, que me dejaba alucinado porque las metía todas, y era el cabo cuando llegué a San Fernando a hacer la mili; del resto de Europa, me quedo con Sabonis. Y de antes, Charles Thomas, que me dejaba alucinado cuando jugaba en el Sant Josep de Badalona entre 1968 y 1970, y que saltó un metro para coger un billete de mil pesetas que le pusieron en lo alto del tablero…

X. S.: Pero… ¿eso no es una leyenda?
M. A. Forniés: No es una leyenda. Me lo han contado personas que estaban allí cuando sucedió.

Berni Rodríguez (jugador internacional de clubes como Unicaja de Málaga y Caja San Fernando. Hoy, comentarista en DAZN): ¿Qué diferencias encuentras a la hora de trabajar entre la NBA y la ACB?
M. A. Forniés: Cuando yo fui a la NBA por primera vez, la temporada de 1983-1984, la primera de la ACB, allí solo estábamos trabajando de Europa dos periodistas italianos y yo, nada más… Allí las cosas eran muchas más fáciles para los periodistas, a nivel de información, a nivel de facilidades, a nivel de acceder al vestuario… Cuarenta minutos antes del partido y diez minutos después podrías tener contacto directo con los jugadores y aquí, en los inicios de la ACB, no se abrían los vestuarios. Ya entonces tenían pabellones enormes y aquí todavía existían pabellones pequeños, como el antiguo Nou Congost. Ellos tenían el trabajo de la prensa a un nivel muy alto. Ya cuando volví en el 2002, al All Star de Philadelphia, noté que ya había muchos medios que venían de España y del resto de Europa.

En La NBA todo es más a lo grande, está todo mejor organizado y se respeta más el trabajo de los fotógrafos… y hay más diferencias. Tuve la suerte de ver la última temporada de Kareem y en todos los todos los pabellones que vistió le hicieron un homenaje… pero no creo que en la pista del Real Madrid aplaudieran a Navarro el año en que se retiraba… A Jabbar, al visitar el pabellón de sus máximos rivales, los Celtics el presidente de Boston le dedicó un homenaje tras coger el micro y dedicarle unas palabras, … luego, en la cancha, a Kareem le defendieron con la dureza de siempre. Y en New Jersey, Whitney Houston cantó el himno americano y se lo dedicó. En ese sentido, aquí tenemos que dejar atrás el fanatismo, y si viene a tu pabellón un gran jugador como Rudy debes darle un gran aplauso, igual que si viene Pau Gasol, que es el jugador más grande…

Julio Torres (jugador durante los años 80 y 90 de clubes como Obradoiro, Baskonia y Valladolid, entre otros): ¿Y si comparas el trato del jugador entre el ayer y el hoy?
M. A. Forniés: Antes el jugador era mucho más cercano. Me gusta llegar siempre una hora antes de los partidos, ahí ves que algún jugador te pide fotos, charlas y así se crea cierta amistad o buena relación con todos ellos o con la mayoría, ya que te conocen y, en general, hay buen trato. Cuando estuve de jefe de prensa del Joventut, me llevaba muy bien con Tanoka Beard, Juan Alberto Espil, Andre Turner, Jordi Trias, Toolson, di con mucha gente maravillosa, gente con mucha humanidad, tanto jugadores como árbitros, caso de Sanchís o Pizarro, entre otros…

Por Xabier Sanmartin Cuevas, autor del libro Aquellos Maravillosos Aros [63 reportajes sobre grandes protagonistas del baloncesto de los años 80 y 90 de ACB, NBA…]

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