Con Álex Urtasun como elemento revolucionario de la Final, el Movistar Estudiantes ha conquistado el primer título de su historia en la categoría en una mañana de domingo para el recuerdo. Un partido en el que los madrileños llegaron con 18 puntos al descanso y en el que Covirán Granada tuvo incluso pelota ganadora tras una espectacular remontada. Pero el último tiro no entró y la victoria se quedó en casa
Tuvo que trabajar duro el Movistar Estudiantes para poder levantar el título, pero la palabra campeón figura ya junto al nombre del conjunto madrileño en la Liga LEB Oro. Todo ello tras una gran final en la que los madrileños llegaron a contar con 18 puntos de ventaja al descanso tras un triple de Beirán desde más allá del medio campo y en la que el Covirán Granada fue capaz de remontar para llegar con opciones hasta la última jugada del partido.
Movistar Estudiantes vs Covirán Granada (73-72)
Espectacular encuentro el protagonizado por Movistar Estudiantes y Covirán Granada en una final de Copa Princesa que será recordada por la emoción y el espectáculo que se vivieron sobre la pista. Un duelo resuelto en su última jugada y que terminó premiando la consistencia de los madrileños en una mañana en la que el WiZink Center batió el récord histórico de asistencia de las Finales con 9,432 espectadores.
Arrollador ritmo de juego estudiantil para tomar distancia (23-10)
Suele ser habitual que, en una final, sus protagonistas entren al partido con un cierto respeto por un rival al que tantean durante los primeros compases. Y eso mismo fue lo que sucedió sobre el parqué de un Wizink Center en el que ambos equipos necesitaron de casi tres minutos para comenzar a soltar nervios en ataque. Una tarea que Kevin Larsen asumió con galantería a través de un soberbio mate con el que lanzar el primer aviso a su rival. Pero no fue el único ya que tres tiros libres consecutivos de Johnny Dee y un nuevo mate, en esta ocasión a cargo de Nacho Martín, obligaron a Pablo in a solicitar su primer tiempo muerto con una clara desventaja en su contra (9-1). Tuvo que ser Elisor quien anotara la primera canasta en juego de los nazaríes, transcurridos seis minutos de partido, pero esta no sirvió para templar nervios en un equipo que seguía cometiendo imprecisiones en ataque fruto de los nervios. Movistar Estudiantes supo leerlo y, con dos tres triples, puso una renta amplia a dos minutos del descanso (18-3) ante la que Covirán reaccionó por “la fuerza” enlazando tres canastas seguidas (23-10).
Beirán clava un puñal desde 14 metros (21-16)
No había exhibido el Covirán Granada su mejor versión y por ello, los jugadores andaluces, regresaron a pista dispuestos a invertir su imagen sobre el parqué. De ello se encargó un Germán Martínez que ponía corazón al juego de su equipo bien secundado por un Joan Tomàs junto al que puso a su equipo a 10 (27-17). Parecía que podía ser el momento del plantel de Pablo Pin, pero el Movistar Estudiantes no cesó en su empeño de obtener ventajas desde un juego interior que servía para contener cada intento de remontada del Covirán (31-17). El tiempo pasaba y las cosas se complicaban para un Covirán Granada que trataba de encontrar nuevas vías de anotación con el primer triple de Thomas Bropleh, pero cuando más cómodos se estaban sintiendo, llegó el gran zarpazo estudiantil con un triple de Javi Beirán desde 14 metros para cerrar el primer tiempo a lo grande (44-26).
La reacción nazarí llega desde la defensa (9-26)
Tardó el equipo de Pablo Pin en regresar a pista, pero cuando lo hizo, los rostros de sus jugadores anunciaban tambores de guerra. Y estos comenzaron a sonar desde la defensa con un sólido trabajo que alejó a los madrileños de los aros y que comenzó a inquietar a la afición local. Especialmente cuando Christian Díaz y Lluis Costa se colocaron el mono de trabajo en ataque para que, con una estelar dirección y algún que otro triple, su equipo pudiera verse por primera vez por delante en el marcador (48-49). Se sentían cómodos los visitantes y la historia del partido cambiaba por completo con un Movistar Estudiantes obligado a luchar contra el marcador lo que obligó a Javi Beirán a levantar al público de sus asientos a la búsqueda del empujón (53-52).
El cara o cruz final sonríe a Movistar Estudiantes (20-20)
Y si vibrantes habían sido los tres primeros cuartos del partido, no menos espectacular resultó un último periodo en el que todo pudo pasar. Primero con la explosión de Lluis Costa desde el 6,75 y después, con la magia de un Álex Urtasun que se vino arriba con soberbias penetraciones con las que prolongar el desenlace hasta el último suspiro. Ahí, Lluis Costa llegó a tener 3 tiros libres con los que pudo haber emparado el partido a 4″ del final, pero el último no entró y Movistar Estudiantes gozó de una última pelota que tampoco encontró el camino al aro. Covirán volvió a fallar desde muchos metros de distancia y la victoria terminó por quedarse en casa (73-72).
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