No fue una tarde cualquiera para Olle Lundqvist

Siete minutos y 16 segundos. Un lapso de tiempo que Karl Olle Viktor Lundqvist difícilmente olvidará, porque nadie olvida su debut en la ACB

A sus casi 25 años, este alero nacido en Brunflo, una pequeña localidad sueca de menos de 4.000 habitantes, puede afirmar con orgullo que lo ha conseguido. Lo que para muchos es un sueño inalcanzable, para una minoría es una posibilidad lejana que depende de que todo salga a la perfección, y para muy pocos, los elegidos como Lundqvist, es una realidad. Olli, ya eres jugador de la ACB.

En esos 7 minutos ante el Unicaja Málaga, en los que se entregó como siempre, con pasión, compromiso y un gran sentido del juego, Olle aportó 4 puntos, 2 rebotes y 1 tapón, errando solo un lanzamiento. Su debut fue breve pero significativo.

No sabemos qué habrá pasado por la cabeza de este sueco “casi español” –lleva en nuestro país desde 2018, cuando llegó a Ponferrada con apenas 19 años– después de esta experiencia tan intensa.

Quizás, mientras esperaba en el banquillo para su debut, recordó sus primeros pasos en el Jämtland Basket o su exigente trayectoria de seis temporadas en la LEB Oro.

Quizás reflexionó sobre el largo camino que lo llevó hasta la considerada segunda mejor liga del mundo. O tal vez, simplemente vivió el momento, sin pensar demasiado en el pasado ni en el futuro, solo viendo su entrada en la cancha como un paso natural en su carrera hacia encontrar su lugar en el baloncesto profesional.

Lo cierto es que, Olle, ya estás aquí. Ahora, lo más importante es seguir entrenando, recuperar la confianza, pero sobre todo, disfrutar del juego. Porque más allá de las habilidades físicas y técnicas, disfrutar jugando es, probablemente, la clave del verdadero éxito.