No hubo lugar para una segunda remontada consecutiva de los Pacers. Oklahoma City Thunder se impuso con autoridad en el segundo asalto de las Finales de la NBA (123-107) y deja la eliminatoria empatada antes del cambio de escenario rumbo a Indianápolis
Shai Gilgeous-Alexander volvió a demostrar por qué ha sido elegido MVP de la temporada: 34 puntos, 8 asistencias, 5 rebotes y 4 robos para liderar una actuación coral. Esta vez, el canadiense estuvo bien acompañado: Jalen Williams (19) y Chet Holmgren (15) fueron piezas clave tras un debut más discreto en la serie.
Indiana fue competitivo durante los primeros compases, pero tras colocarse 20-17 en el primer cuarto, encajó un parcial de 9-0 y se desmoronó en el segundo, donde OKC firmó un rotundo 33-21.
Al descanso, el daño ya era irreparable: los Pacers lanzaban para un 35%, frente al 51% de unos Thunder en plena exhibición.
Aunque los de Rick Carlisle mejoraron sus porcentajes en la segunda mitad (terminaron en 45% por el 49% de su rival), nunca pudieron amenazar de verdad a un Oklahoma City que respondió con solidez cada vez que los Pacers amagaban con reengancharse.
La defensa local volvió a asfixiar al rival, forzando errores, malas decisiones y hasta 13 pérdidas. Además, el dominio del rebote —43-35, con 11 capturas ofensivas— fue otro factor decisivo. Haliburton, con 17 puntos (la mayoría intrascendentes), fue el máximo anotador visitante, seguido por Turner (16) y Siakam (15).
Siete jugadores de Indiana alcanzaron los dobles dígitos, pero sin peso real en el desarrollo del encuentro.
Con la serie empatada 1-1, las Finales viajan ahora a Indianápolis. El tercer partido se disputará el miércoles en el Gainbridge Fieldhouse (20:30, hora local).
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