La derrota en el séptimo partido de las Finales dejó cicatrices visibles en el rostro de Pascal Siakam. El ala-pívot camerunés, campeón con Toronto en 2019, no pudo contener la emoción al hablar de un año en el que, más allá del resultado final, recuperó algo más valioso que un anillo: el amor por el juego
“Fue durísimo ver caer a Tyrese así. Lo primero es desearle lo mejor”, comenzó diciendo Siakam. “Pero más allá de eso, estoy orgullosísimo de él. Ha pasado por muchísimo este año. Críticas, presión, desgaste emocional… y siguió peleando cada día. Lo dio todo. Y me duele que no pudiera terminar esta historia con nosotros”.
Haliburton, lesionado en el primer cuarto con lo que parece una grave dolencia en el tendón de Aquiles, no se despegó del equipo. “Estaba en el vestuario, hablando con todos, animando. Eso dice todo sobre él como persona y compañero. Uno de los motivos por los que disfruté tanto esta etapa fue por Ty”.
“Recuperé la alegría de jugar”
El paso de Siakam por Indiana ha significado mucho más que una serie de buenas estadísticas. “Hace un par de años, el baloncesto era oscuridad para mí. No era divertido. Me traspasaron aquí, y estos chicos, desde Tyrese hasta todos los demás, me devolvieron la alegría. Me reencontré con mi identidad, con ese placer por jugar con estilo, con alegría”.
Y entre agradecimientos a la dirección del equipo —Chad Buchanan, Kevin Pritchard, Herb Simon—, al cuerpo técnico y a Rick Carlisle, el mensaje fue claro: “No pensaba que esto fuera posible por cómo estaba antes. Pero lo que hicimos este año fue increíble”.
Un mensaje a los fans: “Queríamos hacerlo por vosotros”
Siakam se tomó un momento para hablarle directamente a la afición: “Quiero darles las gracias. Su apoyo durante todo el año fue impresionante. Nos sentimos bendecidos por ser el equipo que les devolvió vida a las calles, a la ciudad. Queríamos ganar por Indiana. Esta gente vive y respira baloncesto. Me refrescó el alma ver cuánto significa el juego aquí”.
Y aunque el anillo se escapó, se queda con la dignidad de la lucha: “Espero que hayan visto que peleamos hasta el final. Y sentimos no haber podido completar el sueño. Pero seguiremos luchando”.
Una historia que llegó al mundo: “Hicimos que la gente se fijara en Indiana”
Preguntado por cómo la gesta de los Pacers captó atención internacional —incluso desde China—, Siakam se mostró agradecido. “Eso significa mucho. No somos el equipo más llamativo, no tenemos el marketing de otros. Pero demostramos que con juego en equipo se puede llegar lejos. No se trata solo de estrellas. Jugamos juntos, con entrega y corazón”.
Y concluyó: “No ganamos. Pero si conseguimos que gente de todo el mundo se fije en nosotros y se inspire… eso también vale algo”.


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