Para la selección que pase será un auténtico éxito. Doncic vs Dragic contra Timma vs Porzingis. ¿Quién cogerá el testigo del futuro europeo?
Alto ritmo de partido: Se trata del cuarto de final más excitante por cuanto atractiva resulta su propuesta baloncestística porque Letonia es el máximo anotador del torneo con 90,7 puntos de media y Eslovenia es tercero (87,5). Ambos equipos juegan un baloncesto ofensivo, atacan a pecho descubierto y se muestran cómodos en el caos que a veces ellos mismos quieren convertir al partido. Entre los dos equipos sólo Gasper Vidmar es un pívot de peso por lo que la orden de correr en ambos equipos es prioritaria.
Rotación: Es el principal punto a favor de Letonia ya que Eslovenia apenas cuanta con la aportación de Jaka Blazic para dar consistencia a los puntos de sus titulares. Quizá por ello Anthony Randolph sale desde el banco para mantener referentes anotadores cuando Luka Doncic y/o Goran Dragic no están en pista. Los 21 puntos frente a Ucrania del nacionalizado dinamitaron el partido, pero atención porque Letonia también reserva a titulares y desde el banco sale Davis Bertans quien, junto a Janis Blums, da calidad a la rotación letona. Todo lo que sea un partido de desgaste y altos consumos energéticos favorece a un equipo báltico que tiene mayor fondo de armario.
Mal de altura: La alegría con la que hasta ahora se han desenvuelto eslovenos y letones se pone a prueba en un duelo que es la antesala de las medallas y que calibra la madurez de ambos equipos. El equipo que se mantenga más fiel a sus biorritmos y al que no le tiemble la mano en los momentos decisivos, tendrá mucho ganado. En este sentido dos hombres resultan determinantes: Goran Dragic (quinto anotador del torneo con 21,2) y Dairis Bertans, uno de los líderes espirituales del grupo y jugador que acapara mucho tiempo el balón en sus manos.
Nota de prensa ACB · Foto: FIBA
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