El Maccabi Playtika Tel Aviv ha hecho muchos cambios en la plantilla durante el verano y entra en la campaña 2021-22 con un equipo más atlético y más experimentado. El entrenador Ioannis Sfairopoulos lidera una plantilla profunda y competitiva preparada para luchar por un puesto en los playoffs
BACKCOURT
Scottie Wilbekin vuelve a ser el líder del backcourt del Maccabi. Un anotador completo con un rango de tiro ilimitado, experiencia y gran determinación, Wilbekin debería tener el balón en sus manos cuando el partido esté en juego. El Maccabi ha fichado a dos recién llegados a la Euroliga para ayudar a Wilbekin en el backcourt. Keenan Evans fue uno de los mejores jugadores de la liga israelí la pasada temporada, ocupando el quinto puesto en anotación (18,5 ppg.), el tercero en asistencias (6,4 apg.) y el segundo en robos (2,1 spg.). Kameron Taylor es un swingman alto y versátil que es agresivo en defensa y utiliza su físico para ayudar en los tableros. El entrenador Sfairopoulos buscaba jugadores más atléticos y Taylor definitivamente encaja. El capitán del equipo, John DiBartolomeo, es un escolta experimentado y un defensor tenaz con un alto coeficiente intelectual de baloncesto, lo que le ha convertido en uno de los favoritos de los aficionados en Tel Aviv. Yiftach Ziv es un escolta talentoso y agresivo que busca dejar su huella en su primera temporada en la competición. Ido Ben Harush, producto de la cantera del club, añade profundidad al juego de fondo.
FRONTCOURT
El Maccabi ha incorporado a jugadores muy experimentados alrededor de las canastas. Derrick Williams es un ala-pívot explosivo con un atletismo excepcional, que puede abrir la pista con sus tiros de tres puntos, correr como un guardia en la transición y encender a los aficionados del Maccabi con sus mates de alto vuelo. Jalen Reynolds vuelve al Maccabi tras una gran temporada con el FC Bayern Munich en la que promedió 13,6 puntos y 5,8 rebotes en 39 partidos. Anotó más tiros de dos puntos (222) que cualquier otro jugador de la Euroliga la pasada temporada, con una gran efectividad (59,8% de 2FG). James Nunnally, campeón de la Euroliga, es un tirador de tres puntos de élite (48,5% de 3FG en su carrera) que también juega duro en defensa y sabe lo que se necesita para tener éxito en la competición. El jugador Jake Cohen también regresa tras una temporada en España. Ofrece un tiro fiable, rebotes y experiencia. Ante Zizic es un excelente reboteador ofensivo y un gran finalizador alrededor de la canasta. Corre bien la pista para un jugador de su tamaño. El versátil alero Angelo Caloiaro debería desempeñar un papel fundamental en ambos extremos, mientras que Oz Blayzer y Roman Sorkin completan un frontcourt profundo y versátil.
JUGADOR A SEGUIR
El Maccabi es ya el cuarto equipo de Derrick Williams en la Euroliga, tras su paso por el FC Bayern de Múnich, el Fenerbahce Beko de Estambul y el Valencia Basket. Williams lo tiene todo para ser una superestrella en la competición. Es el tipo de jugador enérgico que mete a los aficionados de su equipo en el partido con sus mejores momentos. Williams es un excelente encestador y puede jugar por encima del aro, terminando los alley-oops y poniendo a los aficionados en pie con sus bloqueos de alto vuelo. Necesita mejorar su tiro de tres puntos (34,7% en su carrera) para convertirse en una mayor amenaza, pero jugar para el Maccabi y su característica afición sólo puede significar buenas noticias para Williams. Se espera que dé un gran paso adelante. A los 30 años, está en el mejor momento de su carrera.
PERSPECTIVA
Hace dos años, el Maccabi tenía un récord de 19-9 cuando la campaña 2019-20 se canceló debido a la pandemia de COVID-19. Muchos veían al Maccabi como un candidato a la Final Four la temporada pasada, pero terminó en el puesto 13 con un récord de 14-20. Con el fichaje de jugadores atléticos que conocen bien la competición como Nunnally, Reynolds y Williams, el Maccabi se ha asegurado de ser muy competitivo desde el inicio de la temporada. Si Evans y Taylor dan un paso adelante y se adaptan al nivel de la Euroliga desde el principio, el Maccabi debería tener todo lo necesario para ser competitivo contra cualquiera y en cualquier lugar. Contar con un entrenador experimentado, un equipo muy físico dispuesto a luchar durante 40 minutos y, por supuesto, con algunos de los mejores aficionados del mundo es una combinación que debería funcionar realmente bien.
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