Todo un clásico del baloncesto decidirá una de las plazas de los cuartos. Todo en Alemania pasa por Schroder, de su acierto dependerá la suerte germana, enfrente una Francia con más bloque, a pesar de las bajas, más rebote, pero con una primera fase con ciertas dudas
Sin Parker, sin Batum, sin Gobert, para Francia no está siendo fácil. Los franceses son capaces de encadenar fases de buen juego con otras mucho mas irregulares. De Colo, a pesar de sus 15.4 puntos por partido, no ha mostrado el gran nivel que se espera de él, cuando Heurtel, con 11.8 puntos por partido, juega el equipo lo agradece, y como siempre en los galos destaca su intensidad y potencia en todas sus lineas, destacando Fournier y Diaw, siempre es su tarjeta de presentación. Lauvergne por dentro es capital, cuando el pívot realiza un buen partido Francia es más completa.
El físico galo, si lo logran imponer, será el peor enemigo de una Alemania que se siente más cómoda jugando de cara al aro, con Voigtmann y Theis más proclives a ir directos a la canasta que a trabajarselas por dentro. En el equipo germano casi todo pasa por Schroder, con 23.6 puntos por partido fue el segunfo máximo anotador de la primera fase. Pero Alemania necesita que más jugadores apoyen la labor de su base estrella, necesitan puntos ante una Francia que le gusta anotar, necesitarán fortuna en el triple porque los galos endureceran la pintura. Todo un clásico decidirá una plaza de cuartos.
Foto: FIBA
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