Primera derrota del Casademont en casa ante el Joventut (90-92)

El equipo aragonés cae frente al Joventut (90-92) en un duelo que se resolvió en el último segundo desde la línea de personal

El Casademont compareció de nuevo sin Seibuitis, quien no ha participado en ningún partido oficial y sigue recuperándose en Lituania de sus problemas de espalda; y también sin Rodrigo San Miguel, lesionado por una microrrotura en el costado. Sí jugó Fran Vázquez, quien, tras superar recientemente una rotura fibrilar en el gemelo, se había ejercitado con normalidad los días previos al choque. El pívot gallego regresó a las pistas, pero no pudo evitar el tropiezo en casa de los aragoneses.

El partido dejó engrandecida, de nuevo, la figura de Carlos Alocén. El base superó la media hora de juego, con una sobresaliente dirección y una capacidad defensiva brillante, y finalizó su actuación con 14 puntos, 4 rebotes y 5 asistencias.

En el inicio, Justiz y Brussino, ambos bajo los aros, le proporcionaron al cuadro aragonés las primeras ventajas del duelo (4-0), ante un adversario que no hallaba buenas situaciones para anotar. Radovic, tras asistencia de Alocén, y posteriormente Alocén, tras asistencia de Radovic, ampliaron la renta local a los tres minutos de juego (8-2). Sin embargo, el Joventut no se descompuso, y enseguida se situó por delante en el marcador (8-9), con cinco puntos seguidos de Prepelic y una rápida penetración de López-Aróstegui. El mensaje parecía claro: el cuadro verdinegro iba a vender muy cara su derrota.

Tras un intercambio de golpes, el Casademont igualó el duelo con un certero triple de DJ Seeley (11-11), quien también anotó los seis siguientes tantos de los zaragozanos (17-13). El escolta, muy incisivo, ocupó el centro de la escena en el primer acto: facturó 9 puntos, 2 rebotes y una asistencia en siete minutos de juego.

El Joventut, sin embargo, seguía resistiendo con entereza las acometidas del conjunto aragonés. Estableció, incluso, su máxima ventaja en la última acción del primer cuarto, con una canasta de Kanter (19-24). Por entonces, el Casademont había rebajado drásticamente su intensidad defensiva.

El guión se mantuvo en el segundo acto. El Casademont era un bloque vulnerable y quebradizo atrás, con importantes lagunas, y el Joventut anotaba con suma facilidad en la mayoría de sus acciones. Aparecieron entonces Alocén, Barreiro y Vit Krejci. Entre ellos generaron cuatro grandes acciones, que conllevaron ocho tantos consecutivos, para situar a los zaragozanos a un solo punto en el marcador (29-30), al cuarto de hora de partido. Inmediatamente después, otra genial de Alocén liberó el tiro de Robin Benzing, quien puso por delante al equipo local después de muchos minutos (31-30). Alocén se había desatado ya, con todo lo que conlleva. El base, incontenible en cada una de sus acciones, lideró la remontada del Casademont con su ritmo trepidante, su actividad atrás, su clarividencia ofensiva y sus acertadas lecturas del juego. Al descanso, Alocén había alcanzado los 15 créditos de valoración, fundamentados en 7 puntos, 4 asistencias y 4 faltas recibidas en apenas 12 minutos.

Pero el Joventut seguía sin desencajarse. De hecho, supo manejarse con mayor astucia y aplomo que su rival, y llegó al intermedio con una sólida renta en el marcador (40-47), tras establecer un parcial de 0-7 en los últimos compases del cuarto. Lo hizo gracias, en gran medida, por el devastador acierto ofensivo de Klemen Prepelic. El escolta cedido por el Real Madrid había facturado 17 puntos, con un 60% de efectividad desde el perímetro (3/5 en triples), además de un rebote y dos asistencias. Todo ello, en menos de un cuarto de hora sobre la pista.

Tras la reanudación, el Casademont por fin se fortaleció atrás, exhibiendo la solidez y la firmeza que habían distinguido al equipo desde el inicio de la temporada. Un 2+1 de Radovic y un contragolpe de Seeley recortaron la desventaja del cuadro local (45-47), en apenas 90 segundos. Y aunque Harangody respondió con un triple al límite de la posesión, el conjunto zaragozano ya había modificado la dinámica del choque. Al mismo tiempo, el Joventut comenzaba a pagar su vehemencia defensiva, e iba cargándose de personales con demasiada facilidad. En los primeros compases del cuarto, Harangody cometió su cuarta falta, mientras que Zisis y Dimitrijevic ya arrastraban la tercera. Brussino, totalmente liberado tras la asistencia de Alocén, puso en ventaja al Casademont (55-54) a los 26 minutos de juego.

Era un duelo sin pausa, sin apenas tregua, entre dos contendientes caracterizados por su verticalidad, su intensidad y su constancia. Sin embargo, el conjunto aragonés se desplomó en los últimos minutos del cuarto, y el Joventut de Badalona no desaprovechó concesiones de tal magnitud: firmó un parcial de 3-15, y alcanzó la media hora de juego con la máxima renta del partido (61-69), con Klemen Prepelic como principal ejecutor. La mejoría atrás de los locales resultaba insuficiente para contrarrestar al rival.

En el tramo definitivo, el equipo visitante pronto amplió la distancia hasta los 10 puntos (64-74), con dos penetraciones de Zagars. Fue entonces cuando el Casademont recuperó, por fin, su solvencia habitual en los dos lados de la pista… con todo lo que ello conlleva. Atrás edificó un muro resistente, prácticamente inabordable, que anuló las embestidas del rival. Y en ataque se manejó con destreza y criterio, al ritmo impuesto por Carlos Alocén. Un lejano lanzamiento de Benzing, más dos rápidas canastas de Alocén, más dos mates de Javier Justiz igualaron la contienda (76-76) a cinco minutos de la conclusión.

A partir de ahí, los colegiados desataron las enérgicas protestas de la grada con sus decisiones -casi siempre favorables al equipo catalán-. Justiz se marchó del partido, por dos faltas inexistentes; y, por el contrario, en la otra canasta obviaron dos claras personales sobre Robin Benzing que hubieran modificado el devenir del encuentro. López Aróstegui, desde la línea de personal, puso por delante a los visitantes a cuatro segundos del final; mientras que DJ Seeley y Radovic erraron sus tiros libres, lo que dejó al partido sin prórroga.

Fuente: heraldo.es • ACB Photo