En un escenario que parecía improbable hace apenas unos meses, los San Antonio Spurs se han convertido en una posible nueva casa para Kevin Durant. La franquicia texana ha mostrado un creciente interés por el alero de 36 años, cuya salida de Phoenix parece cada vez más inminente
Aunque Durant no figuraba en los planes originales de San Antonio, ambas partes habrían mantenido conversaciones durante el pasado cierre de mercado, revelando un interés mutuo que ahora podría reactivarse en esta offseason. La idea de emparejar a uno de los anotadores más prolíficos de la historia con una joya generacional como Victor Wembanyama ilusiona a la organización y a toda la ciudad.
Phoenix, en busca de un nuevo equilibrio
Los Suns, que atraviesan una etapa de reestructuración interna, están dispuestos a mover fichas para reformular su plantilla. La cláusula anti-traspaso de Bradley Beal complica su salida, y Devin Booker sigue siendo intocable como cara visible del proyecto. Eso deja a Durant como la pieza sacrificable, a pesar de haber sido uno de los más regulares durante la última campaña.
Con un salario de 51 millones de dólares y otro año garantizado por casi 55, el contrato de KD impone un desafío logístico para la mayoría de los equipos. Solo franquicias con margen salarial amplio —como los Spurs— pueden permitirse siquiera soñar con incorporarlo.
La visión de Durant: juventud, proyección y protagonismo
Durant, quien estuvo cerca de regresar a Golden State en febrero pero terminó descartando la operación, ha dejado claro que su preferencia es un proyecto joven y en crecimiento. La combinación de minutos, protagonismo y un entorno donde pueda potenciar a una nueva generación parece pesar más que sumarse a un equipo veterano en busca del último anillo.
San Antonio cumple todos esos requisitos. Wembanyama ya ha demostrado que está llamado a dominar la liga durante la próxima década, y la plantilla, aunque aún en construcción, está plagada de talento joven moldeable. La llegada de un veterano con mentalidad ganadora como Durant podría acelerar ese proceso y elevar al equipo a un nivel competitivo inmediato en el Oeste.
Un refuerzo que cambiaría el panorama en Texas
En la última temporada, Durant disputó 62 encuentros como titular con los Suns, promediando 26.6 puntos, 6 rebotes, 4.2 asistencias y 1.2 robos por noche, además de un espectacular 43% de acierto desde el perímetro. Su capacidad para generar ventajas desde cualquier zona de la cancha encajaría como anillo al dedo en un equipo que todavía necesita mejorar su producción ofensiva.
Aún no hay certezas sobre su futuro, pero si Kevin Durant decide vestir de negro y plata, no solo alteraría por completo la dinámica de la Conferencia Oeste, sino que confirmaría que San Antonio ha pasado de la reconstrucción silenciosa a la ambición desmedida en tiempo récord.
¿Será Durant el veterano que catapulte al joven Wemby hacia el estrellato definitivo? Las próximas semanas podrían tener la respuesta.
Fuente: Shams Charania
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