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Shaun Livingston anuncia su retirada del baloncesto

Roberto Anidos

Shaun Livingston ha anunciado su retirada del baloncesto tras 15 años como jugador profesional en la NBA. El base, conocido como ‘El Renacido’, deja la mejor liga de baloncesto del mundo a los 34 años después de conseguir tres anillos en sus cinco temporadas con los Golden State Warriors, equipo que vuelve a ser uno de los favoritos en las apuestas deportivas para esta campaña 2019/2020. Más allá de su amplia trayectoria deportiva, el jugador nacido en la ciudad de Peoria, en el estado estadounidense de Illinois, ha protagonizado una de las historias de superación más impactantes de los últimos años en la NBA

Livingston creció en Peoria, donde dio sus primeros pasos en el baloncesto. El base de 2,01 metros de altura se convirtió en una estrella en el Peoria High School. Tras visitar varias universidades estadounidenses se comprometió con la Universidad Duke, una de las instituciones con más reputación en el baloncesto americano. Sin embargo, nada más salir del instituto recibió la llamada de la NBA, ya que los scouts de la liga lo situaban entre los primeros 14 puestos del Draft de 2004. El base, que todavía no había firmado con ningún agente cuando se enteró del interés de varias franquicias, asombró a los ojeadores que se dieron cita en la ciudad de Chicago con motivo de un entrenamiento pre-draft.

El base comunicó a Mike Krzyzewski, entrenador de los Blue Devils, su decisión de apuntarse al Draft de 2004, donde fue seleccionado en el puesto número cuatro por la franquicia de Los Angeles Clippers. De esta forma, Livingston se convirtió en el cuarto jugador de baloncesto de Illinois en acceder directamente a la NBA desde la escuela secundaria, uniéndose a Kevin Garnett, Darius Miles y Eddy Curry. Por su parte, la franquicia californiana consideraba al base como el jugador con mayor potencial a largo plazo de ese Draft por delante de otros jugadores como Devin Harris o Luol Deng, especialmente por su magnífica visión de juego en la cancha, sus habilidades de manejo de la pelota y su alto coeficiente intelectual aplicado al baloncesto (IQ).

Durante sus tres temporadas en los Clippers, Livingston fue ganando cada vez más protagonismo en el equipo. Sin embargo, el futuro prometedor del base de Peoria se volvió oscuro el 26 de febrero de 2007. En un partido contra los Charlotte Bobcats, ahora conocidos como Charlotte Hornets, Livingston realizó una entrada a canasta y tras un desafortunado resbalón se dislocó la rodilla, destrozándose los cuatro ligamentos (anterior cruzado, el posterior cruzado, el lateral y el interno) de la rodilla izquierda. En un primer momento, los médicos valoraron la opción de la amputación, debido a que pensaban que se hubiera dañado una de las arterias. Por suerte, esa opción se descartó después de que el base pasara por el quirófano, aunque los médicos dudaban que volviera a andar con normalidad tras la grave lesión.

La ascendente carrera de Livingston se detuvo en seco a los 21 años. Tras pasar en blanco una temporada y media, el base volvió a competir en la NBA con la camiseta de Miami Heat, aunque le costó convencer a las franquicias de la liga del estado de su rodilla. Pasó por hasta siete equipos distintos (Miami, Oklahoma City Thunder, Washington Wizards, Charlotte Hornets, Milwaukee Bucks, Cleveland Cavaliers y Brooklyn Nets) antes de firmar por tres temporadas con los Golden State Warriors en 2014. En Oakland se convirtió en el base de garantías en la segunda línea, siendo también una pieza clave en la defensa. Diez años después de la fatídica caída que puso en peligro su carrera deportiva, Livingston conquistó su primer anillo de la NBA con los Warriors. Dos años más tarde, el base se retira en la cima del baloncesto con tres anillos en su palmarés.