El base de Rusia completó una portentosa actuación con 27 puntos y 12 asistencias que sirvió para romper el encuentro después de una primera parte donde Croacia pudo aguantar al vendaval ruso
Rusia se clasificó para cuartos de final del Eurobasket tras superar por 78 a 101 a Croacia con un Alexey Shved que estuvo fantástico en ataque con 27 puntos y 12 asistencias.
El encuentro se inició con los dos equipos luciendo su juego de dobles parejas, de tal manera que si Rusia se adelantó con los triples de Shved y una asistencia para Timofey Mozgov, Croacia no se quedó atrás y le empató con los puntos de Dario Saric y Bojan Bogdanovic. Fue un inicio desatado, de los que gustan más a espectadores de entrenadores, pero donde las dos selecciones respondían de manera positiva a las expectativas con las que llegaron al encuentro. En este escenario supo moverse ligeramente mejor Croacia que, siendo el suyo un juego más liviano, disfrutó corriendo y circulando el balón por fuera para encontrar a un acertado Bogdanovic, autor de 10 puntos en este cuarto.
En cualquier caso, y más allá de la ventaja rusa del inicio con los dos triples de Shved, ninguno de los dos equipos logró imponer su dominio en el juego y pasaron los minutos compartiendo tanto los aciertos como los fallos para vivir una primera parte igualada. Rusia repitió escapada en el inicio de cuarto y, con un parcial de 4-11, disfrutó nuevamente de seis puntos de ventaja antes de ver como Croacia volvía a empatarle el encuentro a 33. Esta vez no hizo falta que Bogdanovic estuviera en pista porque los croatas encontraron puntos inesperados como los de Ramljak, Planinic o un Luka Zoric muy activo en este período de juego. Ello, sin embargo, no supuso que Croacia retomara el mando del partido porque Rusia supo defender mejor los peligros balcánicos y logró irse al final de la primera parte con una ligera ventaja (42-46) que hacía justicia a lo visto.
Así las cosas algo comenzó a decantarse cuando, por tercer cuarto consecutivo, Rusia golpeó primero y se fue nueve puntos arriba. Sin embargo, y a diferencia de lo ocurrido anteriormente, en esta ocasión la ventaja no fue efímera y se consolidó durante el tercer cuarto porque éste cayó en sus ritmos, se ralentizó y eso favoreció a una Rusia que en defensa pudo atar a Saric y Bogdanovic (sólo una canasta en juego entre los dos), mientras que en ataque agradeció un par de latigazos de genialidad de Shved para, por primera vez en el encuentro, superar la decena de puntos de ventaja (49-61). Croacia, como el boxeador al que le golpean y no sabe de dónde le llueven los puñetazos, quedó aturdida en el partido y deambulando con el error de ser incapaz de contener la hemorragia permitiendo que la ventaja rusa tomara visos de ser definitiva al irse 20 puntos arriba cuando apenas quedaron nueve minutos para el final.
Durante la segunda parte, Croacia se sintió fuera de guion persiguiendo una sombra que se escapó de cuanto marcaje se le encomendó. Eso le hizo sentir dudas en ataque y perdió el definitivo rumbo del encuentro cuando sus dos estrellas fueron controladas por Rusia. Porque sí, todos los titulares del día después se los llevará Shved, pero tanto mérito tiene su soberbia actuación ofensiva, como la defensa rusa que supo cerrar el aro (Croacia sólo anotó 5/20 triples) y tapar las vías de anotación del rival porque cuando Bogdanovic volvió a aparecer (acabó con 28 puntos) ya no había partido que disputar… pues Rusia se lo había llevado antes de tiempo y con una superioridad pasmosa.
Nota de prensa ACB • Foto: FIBA
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