La temporada más abierta y sorprendente de la NBA llega esta madrugada (02:00 hora española) a su desenlace definitivo. En Oklahoma City, Thunder y Pacers se jugarán el título en un séptimo partido que promete quedar para la historia. Los de Mark Daigneault parten como favoritos: cuentan con el MVP Shai Gilgeous-Alexander, el respaldo de su afición y un curso regular casi impecable. Pero enfrente estarán unos Indiana Pacers que ya han reescrito todos los pronósticos con su resiliencia, velocidad y una defensa que ha descolocado por completo a OKC en el sexto partido. El duelo, además, nos dejará a un nuevo campeón: ni los Thunder desde que se trasladaron desde Seattle, ni los Pacers, han levantado nunca el trofeo Larry O’Brien
Indiana, contra la historia… y las estadísticas
Si hay algo en contra de los Pacers, más allá del factor cancha, es el precedente: solo en 4 de los 19 Game 7 disputados en unas Finales, el equipo visitante ha salido campeón. Aún así, hay motivos para soñar en Indianápolis. El precedente más reciente fue el de los Cavaliers en 2016, remontando un 3-1 a los Warriors en su propio feudo. Y, paradójicamente, en 1978 los SuperSonics –antecesores de los Thunder– también cayeron en casa en un séptimo partido, entonces ante los Bullets.
Oklahoma, ante una oportunidad… y bajo presión
Decir que los Thunder fracasarán si pierden sería injusto. Son el equipo más joven en alcanzar unas Finales en más de 50 años. Pero tras una regular de 68-14 y con la ventaja de pista, caer en casa dejaría un sabor amargo. Para los Pacers, en cambio, llegar hasta aquí ya es un logro gigantesco. El anillo sería el broche de oro a una historia increíble.
El arranque, clave para frenar la avalancha
Uno de los grandes peligros para Indiana será sobrevivir al inicio. En casa, los Thunder han arrasado a sus rivales desde el salto inicial. Grizzlies, Nuggets y Timberwolves ya lo sufrieron. Si el equipo de Rick Carlisle no logra templar los nervios y resistir el primer golpe, podría verse obligado a remar contracorriente muy pronto.
Todo pasa por Shai
El MVP necesita recuperar su mejor versión. Gilgeous-Alexander firmó su peor partido de las Finales en el Game 6: 21 puntos, solo 2 asistencias y hasta 8 pérdidas. OKC depende de él no solo como anotador, sino como generador. Cuando Shai brilla, los Thunder encuentran mejores tiros, especialmente desde el triple, algo que ha escaseado en este cruce.
Haliburton, el factor incógnita
Tyrese Haliburton jugó tocado el sexto partido y, pese a mostrar intensidad, su situación física sigue siendo una gran incógnita. La distensión en el gemelo y un tobillo resentido podrían limitar su impacto en un partido de máxima exigencia. De su estado depende gran parte de las opciones ofensivas de Indiana.
La defensa de los Pacers, una revolución
Indiana sorprendió en el Game 6 con una defensa más compacta y organizada, sin presionar a toda pista como en partidos anteriores. Nembhard volvió a incomodar a SGA, y Myles Turner lideró una serie de ajustes que desconectaron a los generadores de Oklahoma. Carlisle demostró una vez más su maestría táctica. ¿Tendrán los Thunder respuestas para este nuevo enfoque?
¿Cómo puede OKC desbloquear el ataque?
Las claves para que Oklahoma recupere la fluidez pasan por mejorar el espaciado, buscar aclarados para Shai sin bloqueos, y generar ventajas desde el poste bajo. SGA puede ser también una pieza táctica como bloqueador. Además, Holmgren y Hartenstein deben aparecer, tanto en la continuación como en el pick and pop. La ofensiva no puede depender únicamente del talento individual.
Defender para reactivar la identidad
Si los Thunder quieren volver a sentirse cómodos, deben mejorar en ataque para poder asentarse en defensa. Ahí les está doliendo T.J. McConnell, que ha dinamitado la zona con su lectura y velocidad. El dilema del cambio defensivo tras bloqueos –sobre todo con Hartenstein y Holmgren– será determinante. Ya les salvó en el Game 4; pero en el Game 6, Indiana les hizo daño ajustando su ataque tras los switches.
Siakam y Williams, candidatos tapados al MVP
Con Haliburton y Gilgeous-Alexander como las estrellas indiscutibles, hay otros nombres que podrían acabar siendo protagonistas del título. Pascal Siakam ha sido el alma combativa de Indiana, mientras que Jalen Williams ha brillado en varias fases de la serie. No sería la primera vez que el MVP de las Finales no recae en la figura más mediática.
Una estadística a favor de Oklahoma
Los Thunder no han perdido dos partidos consecutivos en todos estos playoffs. Esa regularidad y capacidad de reacción refuerza su favoritismo. Pero Indiana ya ha demostrado que romper predicciones es su especialidad.
El campeón número siete en siete años
Tras Raptors, Lakers, Bucks, Warriors, Nuggets y Celtics, la NBA verá esta noche a su séptimo campeón distinto en siete temporadas. Ya sea el proyecto joven y electrizante de Oklahoma, o los valientes e impredecibles Pacers, el baloncesto verá nacer una nueva historia. ¿Cuál será? Lo sabremos esta madrugada.
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