El Real Madrid recuperó la senda del triunfo como visitante tras derrotar al Real Betis y sumar la undécima victoria en la Liga, en un encuentro que dominó desde el salto inicial y durante los cuarenta minutos. Los de Laso mostraron su solidez tanto en defensa como en ataque para no dar ningún tipo de opción al conjunto local. Causeur (18) y Thompkins (16) fueron los máximos anotadores de un equipo en el que encestaron los doce
Laso puso en pista a tres hombres altos (Tavares, Randolph y Thompkins) y fue este último el que mostró el camino a los suyos. Cuatro puntos seguidos del hombre más en forma del Real Madrid (acabaría con ocho el cuarto) fue el punto de partida para que los blancos dominasen el choque. Tavares intimidaba ante un Betis que no pisaba la zona y no acertaba con los triples. Primeros minutos muy serios de los madridistas, efectivos en ataque (5 de 9 en triples, y Causeur con 7 puntos) y duros en defensa (10-26).
Máxima diferencia
El Real Madrid movía la bola con facilidad y eso le permitía tiros más cómodos, mientras en la parte defensiva los de Laso no mostraban ningún tipo de fisura. Dos triples (Thompkins y Rudy) llevaron la diferencia a un +22 (12-34), que sería la máxima de la primera mitad, y que los locales acabarían bajando gracias a los puntos de Izundu y Conger. Fue una tímida reacción del Betis, que se acabaría marchando a los vestuarios dieciséis puntos abajo (25-41).
El Real Betis quería que el encuentro tuviese historia; el Real Madrid, no. Lo demostraron los de Laso con un tremendo 4-18 de parcial comandados por un increíble Causeur (11 puntos, 2 triples, 1 recuperación) que tumbaron cualquier atisbo de esperanza del conjunto verdiblanco. Los locales tiraron de orgullo para incrementar sus números en ataque e intentar reducir una diferencia que por momentos llegó a los 30 puntos, pero que a la media hora de juego dejaron en veinte (42-62).
Manteniendo la distancia
Con todo a favor, Laso le dio minutos a Nakic (triple incluido) y a un Carroll al que le valieron pocas acciones para demostrar, una vez más, su clase y esos puntos que se le caen de las manos (12). Un 12-8 de parcial para los verdiblancos no gustó al técnico blanco, que pidió tiempo muerto para frenar el ímpetu local. El Real Madrid todavía disponía de 16 puntos de diferencia y no se dejaría asustar en los minutos finales, aunque el Betis intentó apurar sus opciones hasta que sonó la bocina (64-84).
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