El Covirán Granada estuvo a punto de lograr la victoria contra el Manresa, pero este último se llevó el triunfo con un triple de Marcis Steinbergs a dos segundos del final. A pesar de un buen rendimiento del equipo de Pablo Pin, la fortuna no estuvo de su lado en los momentos cruciales. La derrota resultó especialmente dolorosa, ya que los granadinos merecieron ganar según su desempeño en el partido
La jornada comenzó de manera prometedora para los rojinegros, aprovechando las derrotas de otros equipos. Con la oportunidad de mejorar su posición en la lucha por la permanencia, el Covirán Granada salió motivado. Kwan Cheatham lideró el inicio, pero las faltas personales y el acierto de los catalanes mantuvieron el partido equilibrado.
A pesar de los triples y el buen porcentaje de tiros de campo de Manresa, las pérdidas de balón permitieron al Covirán mantenerse en el juego. En el segundo cuarto, el equipo local logró imponer su ritmo, contando con la contribución de Cristiano Felicio y los bases. Se dieron la vuelta al marcador, llegando a tener una ventaja de siete puntos.
En la segunda mitad, el intercambio de canastas favoreció al Covirán, que mantuvo una pequeña ventaja. El dominio del rebote y la actuación de jugadores clave mantuvieron la diferencia, pero la igualdad persistió. El tercer cuarto terminó con un marcador de 69-67.
En el último cuarto, con máxima igualdad, Christian Díaz y Cheatham lideraron al Covirán para obtener una ventaja de ocho puntos. Sin embargo, Manresa respondió recortando diferencias a través del rebote ofensivo. A medida que ambos equipos entraron en bonus, la tensión aumentó. A falta de 5:23 del final, el marcador estaba ajustado.
En los minutos finales, el Covirán intentó mantener el control del balón, pero fallos en tiros fáciles permitieron a Manresa acercarse. A 1:59 del final, el marcador reflejó un 84-83. Con jugadas clave de Dani Pérez, Rousselle y Taylor, el Covirán se encontraba dos puntos arriba a falta de 16 segundos.
Sin embargo, un triple de Marcis Steinbergs a tablero en los últimos segundos dio la victoria a Manresa, silenciando al Palacio de Deportes. A pesar de la derrota, el equipo de Pablo Pin recibió una ovación por su esfuerzo y la victoria que estuvo al alcance de sus manos.
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