Último partido en La Fonteta de temporada regular, con el equipo local apelando a sus últimas opciones para lograr alcanzar el Play-In en de la competición mientras el equipo de Tony Parker iba cerrando su presencia europea por unos meses buscando buenas sensaciones para cerrar bien su temporada liguera
Paris Lee comenzó el partido dando espectáculo, con Brandon Davies y Kassius Robertson tratando de aguantar el nivel que imponía el exterior americano del conjunto francés, con Youstapha Fall, Nando De Colo (en otro ilustre regreso del hijo pródigo nacido en Cholet) y Charles Kahudi dando guerra. Chris Jones fue capaz de buscar una solución a la situación pero no de encontrarla, dejando un marcador de 17-23 al final del primer cuarto con dos ex-ACB como Edwin Jackson y Deshaun Thomas junto a un ex del equipo valenciano como Joffrey Lauvergne.
El segundo cuarto estuvo algo más igualado, con Jared Harper y Stefan Jovic compensando el buen hacer global del conjunto galo, que vio como Mbaye Ndiaye caía lesionado. Fueron De Colo y Thomas los que seguían liderando al equipo lionés con el joven Noam Yacoov y David Lighty, que recuperaron el control del encuentro pese a la puesta en escena mientras Xabi López-Arostegui, Justin Anderson o Víctor Claver buscaban cambiar la situación. Lauvergne provocó pitos en La Fonteta y Thomas ‘colmó el vaso’ provocando un concierto de silbidos al ver un poco digno 38-52 al descanso.
Tras la reanudación llegaron Charles Kahudi, Nando De Colo y Youstapha Fall con un parcial 0-17 de inicio para provocar aún más ‘música de viento’, pese al tiempo muerto de Álex Mumbrú, que solo Xabi López-Arostegui pudo frenar, con Edwin Jackson sumándose a la fiesta para que siguiera creciendo el diferencial, ya no solo el abierto sino el cómputo global abierto (2-35 llegó a ser el acumulado contando el final del periodo anterior). Con un poco de chispa en los últimos compases, el tercer cuarto terminó con un abultado marcador de 45-79 que seguía mostrando lo que fue un oscuro periodo para el equipo taronja.
El último cuarto comenzó con algo más de ritmo de juego hasta que la grada soltó su veredicto con un sonoro “Arbalejo dimisión” y con otro “Mumbru vete ya”, dejando de lado lo que ocurría en pista. El resultado, un marcador de 57-84 a cinco minutos de terminar con el agónico rato de los aficionados que seguían en el recinto de la Avenida Hermanos Maristas.
El marcador final de 69-98 no significaba más que un bochornoso cierre para un equipo que no sabe que competición europea jugará la próxima temporada, pudiendo haber sido el último partido en Euroliga del vetusto recinto del barrio San Luis, a la espera de ser remplazado por el moderno Roig Arena sin saber que galas vivirá en su despedida.
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