El caso de Willy Hernangómez ha vuelto a agitar el panorama del Barça Basket con un giro inesperado que ha descolocado a la dirección deportiva. Lejos de asumir una salida como parecía previsto, el pívot ha optado por intentar revertir su situación con una oferta que no estaba en los planes del club: una renovación por cinco años a cambio de reducir drásticamente su salario
Después de semanas de negociaciones encaminadas a poner fin a su etapa en el Palau —mediante una rescisión consensuada que incluía el abono completo de su último año de contrato, valorado en 2,4 millones netos—, Hernangómez ha sorprendido al proponer una continuidad hasta 2030 con un sueldo anual de un millón de euros netos.
Pese al esfuerzo económico que supone esa rebaja, la respuesta del Barça ha sido negativa. Desde los despachos del club no se cuestiona tanto el coste como la idoneidad del perfil del jugador dentro de la estructura deportiva del próximo curso. El cuerpo técnico busca reforzar la pintura con un pívot más físico, más intenso atrás y con mayor impacto defensivo, algo que no encaja con el estilo de juego del internacional español.
Esta maniobra de Hernangómez añade más complejidad a una situación ya delicada, cuando su salida parecía cuestión de tiempo. El Barça tiene claro que quiere liberar ese espacio en la plantilla, pero el jugador insiste en mantenerse vinculado al proyecto. Por ahora, las posturas siguen alejadas y el futuro del pívot se mantiene en el aire.
Fuente: mundodeportivo.com
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