Y contra Bélgica, España se quedó con la plata tras clausura epopéyica (65-67)

Tras la medalla de bronce y los últimos puestos clasificatorios, el último baile en El Pireo había llegado. Sin más entrenamientos, ni más espera y con todo en juego, no había un día más para poder ajustar, reaccionar o configurar el plan definitivo de juego. El factor moral del equipo lo ponía la vuelta de Iyana Martín, tras su hospitalización por una colitis antes de los Cuartos de Final. Bélgica estaba, pese al susto con Italia, con sus mejores galas, con un color negro con sentido diverso. España de blanco, no por rendirse, sino por mandar un mensaje, un lienzo claro para seguir haciendo arte. A pie de pista con José Ramón Alba Benlloch

El partido comenzó con una canasta de Alba Torrens contra tablero, suave y precisa. Acompañó la defensa, el trabajo coral de un equipo dispuesto a todo. Awa Fam también se sumó al espectáculo, el equipo valón-flamenco seguía fallando pero en partido por la intensidad, no había entrado en partido pero no tardaría en hacerlo. Emma Meesseman completó un trabajo de transición tras varios pases donde solo las manos de las ‘Gatas’ belgas tocaban el balón, nunca el parqué. Unos tiros libres de Julie Allemand, una pérdida en el saque, Meesseman imitando a su querida excompañera y Awa Fam metía ese triple que parecía dar calma (y recordar cuando un recurso tan suyo era casi un deseo en una Fonteta que cerraba sus puertas al baloncesto en la élite al mismo tiempo que un partido por un título continental de selecciones, ), igual que su bandeja tras recortar por línea de fondo contra dos jugadoras belgas y un nuevo extra pasa, en esta ocasión para que fuera Helena Pueyo terminase de responder el acierto de Fantastique Allemand y Antonia Delaere.

El partido estaba increíble, como lo merecía una gran cita, y un pase por la espalda de Torrens a Raquel Carrera, que dio uno en semigancho después para el corte por fondo de Pueyo, terminados ambos en bandeja mostraban ese bonito juego señalado, que también servía para contrarrestar el trabajo de Allemand y meter presión a un airball de Vanloo. La defensa seguía siendo clave y tanto Carrera como Allemand seguían yendo al aro con todo, para sumar y seguir dando vida poco antes de un cúadruple cambio de Mike Thibault. Fallos, tiros libres y varias defensas después, el marcador era de 19-18 al final del primer cuarto.

Al inicio del segundo cuarto llegó Paula Ginzo con todo pero Meesseman y Elisse Ramette no se quedaron atrás para igualar la situación, pero la nueva jugadora de Miskolc se puso el rol de líder para volver a sumar, al igual que Aina Ayuso y con una Elena Buenavida que se hizó gigante frente a una descomunal Kyara Linkens que no vió como el zarpazo de la canaria envía el balón por línea de fondo legalmente. Tras un falló de ‘Belgium’, Ginzo volvió a ser quién anotase y provocase que Thibault pidiera un minuto de pausa. Entre deflections y erroes, Ginzo y Allemand seguían en el camino de ser el MVP del partido, por su juego y no por buscarlo, porque había un objetivo mayor en juego. Un tapón de Torrens a Delaere, una canasta de Linskens al contraataque y sin oposición para poder aprovechar un nuevo balance defensivo donde no hubo reacción acorde pero que Miguel Méndez supo que tenía que pararlo para evitar males mayores (a 2:10 del descanso, con un 30-27, el recurso era clave).

Un triple de Andrea Vilaró, otro falló de Vanloo tras un bonito trabajo de pases y un 2+1 de Carrera daban espacio a España, pero una canasta de recursos y físico de Linskens para provocar que Méndez pidiera su segundo tiempo disponible de la primera parte. Un tiro libre anotado de Torrens, Thibault también terminó completando su trabajo con los minutos de pausa, para poder así pintar una triangulación, que volvió a potenciar los recursos de Linskens para poder anotar ‘At The Buzzer’ y dejar un marcador de 37-31 al descanso.

Tras la reanudación Emma Meesseman y Raquel Carrera salieron con todo, con las defensas al límite, Kyara Linskens y Julie Allemand encontrando las debilidades que, a cuenta gotas, habían encontrado en la defensa del combinado aurirrojo, que pidió un tiempo muerto para prevenir, esta historia era diferente (la representación española de 2023 era la única en perder en la final tras ir ganado al intermedio del encuentro en las últimas 9 ediciones, según los datos oficiales). Mariona Ortiz y Meesseman, ya fuera en ataque o defensa, daban alas al ritmo de juego, Linskens sumaba un 2+1 tras volver a encontrar un desajuste de altura y envergadura bajo el aro. Empate a 42 tras cinco minutos de periodo y los fantasmas de Ljubljana parecían sobrevolar el ‘SEF’.

Ortiz sumó un tiro libre, Julie Vanloo se presentó en el partido con un triple, un nuevo contragolpe de Meesseman tras robo y jugada personal, con Allemand abriendo los brazos para proteger la incursión de su compañera de selección y equipo (sin oposición que llegase), compartido también lo último con un Miguel Méndez que se vio en la obligación de tener que parar otra vez el encuentro, tras lo que un 2+1 de de Elena Buenavida y una falta en ataque de Linskens sobre Paula Ginzo parecían reenganchar a España pero la presión belga, terminando con Meesseman anotando bajo el aro de nuevo, pusieron el físico al servicio de sus puntos, antes de una serie de peculiares pérdidas en ambos lados que iban abocando la situación a un cierre de periodo con ventaja de la ‘Belgique‘. Varios tiros libres de Ayuso, un mal pase de Meesseman y una defensa perfecta terminaron, tras una nueva canasta de Ginzo dejaron un marcador de 52-49 al final del tercer cuarto, mínimo diez minutos más de un ‘Instant Classic’ digno de las alturas de encuentro y momento del mismo en el cierre de un torneo con lo que siempre supone.

El último periodo, como en todo buen partido apretado, tuvo tensión moderada pero también momentos duros como cuando Elena Buenavida salió doliéndose del brazo (sin nada grave) y la respuesta fue total: Triple de Ayuso celebrado con la rabia correcta y puños cerrados acorde junto con una canasta en el contragolpe que Pueyo ejecutó para provocar un nuevo tiempo muerto belga y tras, la vuelta, los rebotes, incluso contra una parte del tablero cuando Awa Fam salvó un balón, seguían dando vida mientras las que iban vestidas de negro también fallaban tiros. Un ganchito ‘estilo Printezis’ (en el hogar de su camiseta retirada casualmente) de Fam dejaba un 59-49 a cinco minutos de que pudiera coronarse unas nuevas campeonas, no por país sino por caras.

Sumaba Delaere, Ayuso respondía y Pueyo la seguía, levantando brazos y hombros, nueva pausa en el banquillo al que la balear le había metido la canasta pero Linskens y Meesseman, junto a las Julie, Vanloo y Allemand, no se iban a rendir en su opción por repetir título, al menos no así de fácil, pero Pueyo tampoco quería dejar escapar su primera oportunidad de serlo. Tensión por una posesión sin tiro a tiempo, varios balones yéndose por la banda que conseguía Bélgica y los rebotes que se quedaba España en defensa. Allemand ponía el -1 a 17,5 del final, suyo había sido el triple previo que completaba un parcial 0-7, el marcador exactamente como había terminado la semifinal con las galas, un error en el pase y unos dobles sentenciaban, a 1,4 a un drama como los escrito en la antigua Grecia, con el marcador como en la semifinal con Italia. Todo calcado en números. Vanloo sumaba 1 tiro libre, como un paso más que habían dado, como en el 2023, el negro/amarillo/rojo reinaba en Europa y el parche de vigentes campeonas no se debía despegar. 65-67.

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