Zunder Palencia se embarcó en una lucha tenaz sin premio (76-80)

acb Photo / V. Quintana

A pesar de mantener sus esperanzas vivas frente al equipo de Girona en un emocionante partido que se mantuvo reñido hasta el último cuarto, los palentinos fueron nuevamente víctimas de su precipitación y falta de acierto en el ataque, lo que les condenó a una derrota de 76-80

La consigna principal era clara: luchar, luchar y luchar, siguiendo el ejemplo de Chumi Ortega. Quizás esta mentalidad incansable fue la razón por la que Zunder Palencia rindió homenaje al inicio del partido a Isabel Nieto, una karateca palentina que había logrado la hazaña de ganar el oro por equipos en el campeonato mundial de kárate en Budapest. No obstante, este tributo resultó insuficiente para cambiar el destino del partido.

El objetivo de Zunder Palencia era frenar el ritmo de juego del Girona, un equipo que había destacado al comienzo de la temporada. Al menos en el aspecto ofensivo, Palencia (con Whittington, Ortega, Benite, Pasecniks y Brown en la alineación) optó por un enfoque de posesiones largas. Sin embargo, estas posesiones resultaron en vano, ya que una de ellas no tuvo éxito y la otra culminó con una canasta en el último instante. A pesar de su intento de centrarse en la defensa, Zunder Palencia también logró tomar la delantera al principio, gracias a la contribución de Pasecniks, quien sacó a Goloman del partido al cometerle dos faltas personales en apenas dos minutos, manteniendo a raya a los gerundenses.

El Girona finalmente tomó la delantera, anotando una serie de triples consecutivos, lo que les permitió liderar 4-8.

En ese momento, Whittington, el último fichaje de Zunder Palencia, anotó un triple que acercó nuevamente a los palentinos en el marcador, con cinco minutos restantes en el primer cuarto.

Los visitantes mantuvieron su ventaja en el marcador gracias a su eficacia y a las dificultades defensivas del Zunder en el juego interior. Ante esta situación, el equipo de Palencia realizó cambios sustanciales en su alineación, a excepción de Franke. Para entonces, los catalanes tenían una ventaja de tres puntos. Sin embargo, el marcador se empató en dos fases, permitiendo que el conjunto palentino tomara la delantera gracias a la conexión Haarms en la zona.

El entrenador Justo introdujo a Van der Vuurst, pero la defensa del Zunder se vio desbordada por los gerundenses, quienes aprovecharon los pases interiores para Djordjevic.

Al final del primer cuarto, los palentinos dejaron escapar la oportunidad de tomar la delantera al fallar varios tiros libres, dejando el marcador en un empate a 23-23.

El comienzo del segundo cuarto resultó inusual, ya que después de recortar la ventaja de los visitantes en un punto, el reloj se detuvo debido a revisiones y contra revisiones…

Los locales aumentaron su ventaja a 31-27 gracias a una sólida defensa y un buen rendimiento en los rebotes. Sin embargo, esta racha se detuvo en seco, ya que los palentinos no lograron capitalizar sus oportunidades cerca del aro visitante. Colom, con tres asistencias antes del descanso, se convirtió en el motor principal de los ataques visitantes, ya sea anotando él mismo o entregando pases a los jugadores altos con pases precisos que evadían a los defensores palentinos. A pesar de las jugadas repetidas, aprovechando esta brecha en la defensa local, los palentinos se encontraron con una defensa férrea. Desde el comienzo, los palentinos sintieron la presión de los gerundenses en su propia cancha.

A pesar de todo, la ventaja local se mantuvo con esfuerzo, gracias a la incansable lucha, como la de Chumi, culminando el segundo cuarto con una ventaja de +2 para los palentinos, 40-38.

Después de que los jugadores descansaron y el público disfrutó de un refrigerio, comenzó la segunda mitad del partido, con todo aún por decidir.

Sin embargo, Zunder Palencia no comenzó la tercera parte con buen pie, y los visitantes tampoco. Ambos equipos desperdiciaron oportunidades, ya que las defensas se mantuvieron firmes en la contención de los intentos rivales. El marcador se igualó aún más, alcanzando un empate a 42 puntos, que se rompió con un doble 2+1 de Chumi Ortega (que incluyó un robo). La grada coreó el nombre de Chumi mientras los palentinos tomaban la delantera 48-42.

Sin embargo, esta ventaja fue efímera, ya que Iroegbu encestó un triple consecutivo y una falta discutida sobre Vila devolvió la ventaja a los locales, 48-47.

Los visitantes intensificaron la presión en la salida del balón, lo que les permitió meterse en el partido. Implementaron un ritmo rápido que no agradaba al entrenador Justo. El marcador se inclinó a favor del Girona, que lideraba 50-54 con menos de seis minutos por jugar en el tercer cuarto. Justo no estaba satisfecho con la precipitación de sus jugadores, especialmente en la ofensiva.

A pesar de ello, los palentinos continuaron apresurándose, especialmente al intentar recortar la desventaja mediante tiros triples. Hasta ese momento, habían convertido solo 5 de 19 intentos.

La lucha incansable por cada balón mantuvo a los palentinos en el juego, independientemente de qué tipo de rebote llegara. A falta de dos minutos, estaban a solo dos puntos de diferencia.

Fue ese espíritu luchador lo que permitió a Zunder Palencia recuperar la ventaja, 61-58, con un poco más de un minuto por jugar. Aunque fue una lucha ardua, la perseverancia dio sus frutos. Sin embargo, el tercer cuarto concluyó con el Girona al frente por un punto, 61-62.

El Girona anotó al comienzo del último cuarto gracias a Colom, pero Pasecniks respondió con un pase de VdV. Esa era la fórmula en ataque. En defensa, resultaba complicado contener los triples de los visitantes, cuyo ritmo les permitió abrir una brecha, llevándolos a liderar 65-69.

Sin embargo, la solidez defensiva fue en vano si los palentinos no lograban capitalizar sus oportunidades ofensivas. Varios intentos del Zunder Palencia terminaron en nada debido a decisiones erróneas en la ejecución de las jugadas. Por el contrario, los visitantes aprovecharon la ocasión y ampliaron la brecha a siete puntos con un poco más de seis minutos por jugar.

Chumi volvió a ser la voz cantante, con un triple, un robo y dos puntos desde la línea de tiros libres. El partido volvió a ponerse emocionante, 70-72 con cuatro minutos por disputar.

Sin embargo, los visitantes no aflojaron en su juego exterior, anotando tiros de larga distancia que los defensores locales no lograban detener. Mientras tanto, en la siguiente jugada, los palentinos fallaron nuevamente un triple, a veces pareciendo que lanzaban al azar, sin posibilidad de recuperar el rebote. A falta de un minuto y medio, los visitantes se adelantaron por cinco puntos.

El último minuto y medio transcurrió a favor del Girona, que mantuvo la ventaja de 74-79, a pesar de tres intentos consecutivos de los palentinos que lograron recuperar el balón tras fallos.

Al final, el marcador se detuvo en 76-80. El Zunder Palencia sufrió otra derrota a pesar de su lucha incansable, reflejando la determinación de su capitán, pero sin encontrar el premio de la victoria debido a sus dificultades en el aspecto ofensivo, especialmente en los tiros desde más allá del arco, donde tuvieron un pobre registro de 7 de 27, y en los tiros de dos, donde tuvieron un 21 de 38. Además, acumularon un total de 14 pérdidas de balón, que se convirtieron en su verdadera debilidad.