Serbia controló el marcador durante todo el encuentro salvo en el último cuarto, cuando Turquía lo intentó hasta dos veces, pero la moneda salió cara y se acabaron llevando el triunfo
La intensidad en defensa, la rapidez y la efectividad en los contraataques le dieron a Serbia una gran ventaja al final del primer cuarto, gracias a la aportación de Milosavljevic, Macvan y Jovic, que dejaron el luminoso con el 21-13.
Al regreso, dos triples consecutivos de los tucos obligaron a Djordjevic a parar el partido para volver a ordenar a los suyos y así evitar sustos. De poco sirvió, en apenas cuatro minutos redujeron el marcador a solo dos tantos. Y cuando mejor lo tenían los locales, peor jugaron. Serbia volvió a apretar el acelerador para cerrar la primera mitad cinco arriba (36-31).
Tras el ecuador, la diferencia siguió siendo constante a favor de los balcánicos, para desesperación del entrenador otomano, Ufuk Sarica. Cada intento era contestado y con el 53-45 tenían que dejarse la piel delante de sus aficionados en los últimos diez minutos de juego.
Y no empezó nada mal la cosa, muy acertados en los primeros instantes y con un Mahmutoglu inspirado desde el triple, los turcos se acercaron a uno, levantando a la grada de los asientos. La emoción llegó a todo el país y Osman, con otro, dio de nuevo la ventaja a los suyos tras mucho tiempo.
Pero de nuevo, un dejá-vù. Cuanto más cerca lo tenían más se querían alejar. Entre Bogdanovic, Jovic y Lucic volvían a complicarles la vida. Tanto que se quedaron con la miel en los labios. Triunfo serbio y 80-74 en el marcador.
Nota de prensa ACB • Foto: FIBA
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