Lo cierto es que las negociaciones entre Miami Heat y Minnesota Timberwolves estuvieron prácticamente completadas, si no fuera que el entrenador de los Wolves, tenso un poco más cuerda y cuando parecía que estaba todo tratado solicitó una pieza más que desmontó las negociaciones y puso de los nervios a Pat Riley
Parece que la avaricia rompió el saco, todo estaba pactado, Butler se iba a los Heat y Minnesota recibía a Josh Richardson, Dion Waiters y una ronda del Draft. Tan cerrado estaba que ambas franquicias llegaron a intercambiar los informes médicos de los jugadores involucrados. Y entonces, cuando traditio y apretón de manos eran lo único que impedía hacerlo oficial, Tom Thibodeau intentó un último giro de tuerca, conseguir otra futura ronda del draft.
Algo que enojó soberanamente a Riley que le espetó telefónicamente un contundente “hijo puta” a Thibodeau cuando se rompieron, a lo mejor de momento, las negociaciones.
Fuente: espn.com · Photo NBA Media
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