El Real Madrid remonta dos veces en Kaunas y sigue invicto (79-90)

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Nadie dijo que iba a ser fácil ganar en Kaunas. Y no lo fue aunque el resultado parezca indicarlo. El Real Madrid tuvo que remontar dos veces una desventaja superior a los 10 puntos para continuar invicto en partido oficial. Ni siquiera el mal juego en los cuartos impares lo impidió. Doble-doble de Ayón (13 puntos, 10 rebotes y 30 de valoración), más gigante que nunca, que mostró el camino del triunfo, que refrendó Rudy con 4 triples en el último cuarto que tumbaron la resistencia lituana. Randolph, con 16 puntos, fue el máximo anotador blanco

Salió el Real Madrid con todo pero también lo hizo el Zalgiris. Y el gato al agua se lo llevaron los lituanos en el primer parcial. Evitaron incrustarse en la zona blanca y decidieron jugarse sus tiros a media distancia, sin ninguna oposición. Y les funcionó (10 canastas). Castigó Jankunas, también Wolters y Davies. Apenas zarpazos blancos en ataque de la mano de Llull y Causeur pero los de Kaunas dominaron con contundencia (32-18) a la vez que enviaban al banco a Tavares con dos faltas.

Reacción madridista
El Real Madrid necesitaba mejorar en todo. Y lo hizo. La segunda unidad blanca, con Carroll (7 puntos), Campazzo o Rudy, ganó claramente la partida a los segundos de Jasikevicius. Un 2-12 en apenas tres minutos metió a los de Laso en el partido. Gran presión de los madridistas, que ahogaron a los lituanos en ataque (se quedaron en 12 puntos). Randolph, con siete puntos casi seguidos, dejó a los blancos a uno (44-43).

El tercer cuarto comenzó con un tremendo intercambio de golpes en el que cada canasta de uno era contestada por el otro. Pero de repente, el Real Madrid se desconectó cerca de minuto y medio y lo pagó con creces. No perdonó el Zalgiris, que aprovechó el desconcierto blanco para un 11-0 de parcial que le puso con +10 (64-54). Se volvió a centrar el conjunto blanco, con una gran presión de Ayón, y enorme presencia en ataque, para reducir algo la desventaja (68-62).

Segunda remontada
Tocaba apretar los dientes. Y el camino para ello lo siguió señalando Ayón, omnipresente en toda la cancha presionando, reboteando y encestando (cinco puntos seguidos). Deck castigaba por línea de fondo y un triple de más de ocho metros de Rudy adelantaba a los de Laso a poco más de cuatro minutos del final. Al Zalgiris se le empezó a hacer pequeño el aro, al Real Madrid no. Un triple de Randolph, otro tres de un inconmensurable Rudy (4 de 4) y una defensa que dejó a los locales en 11 puntos certificaron la quinta victoria de la temporada en Euroliga (79-90). Próximo destino: Tel Aviv.

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