Los Ángeles Lakers inmersos en un mar de dudas

Si a principios de temporada nos hubieran hecho apostar por el máximo favorito para revalidar el anillo de campeón de la NBA, casi todos lo habríamos hecho por un nuevo triunfo de los actuales ganadores del anillo, Los Ángeles Lakers. Sobre el papel, el equipo dirigido por Frank Vogel había diseñado una plantilla sí cabe, de mayor nivel que la temporada anterior

La marcha del base Rajon Rondo había sido suplida por el alemán Dennis Schroder, la del alero Danny Green por otro ilustre veterano cómo Wesley Matthews y la de los pívots Dwight Howard y JaVale Mc Gee por el pívot español, Marc Gasol y por el enérgico Montrezl Harell.

Pues bien, a pocas semanas del final de la temporada regular todo son dudas al respecto del equipo angelino. Una temporada extraña con un inicio prometedor, pero que poco a poco se ha ido difuminando, llegando en la actualidad, con los Lakers metidos en serios problemas para evitar jugar el play-in.

Esta decepcionante clasificación lógicamente no ha dependido de un solo factor, en su caso han sido muchos. Sin duda, las lesiones de larga duración de sus dos grandes estrellas, LeBron James (ha vuelto a recaer de su lesión en el tobillo y no hay fecha para su regreso) y Anthony Davis, hicieron mucho daño en el seno angelino durante largos periodos de tiempo. Pero no podemos dejarnos llevar por lo obvio o más sencillo, el juego y la solidez de estos Lakers dista mucho de ser la misma que la mostrada el ejercicio anterior.

El juego exterior angelino está siendo un verdadero quebradero de cabeza para Vogel. La marcha de Danny Green les ha privado de esa amenaza exterior, que Wesley Matthews no está cumpliendo. Su rendimiento está siendo mediocre, por llamarlo de algún modo que no haga herir sensibilidades. Tampoco ayuda el curso tan irregular que llevan Kuzma o Caldwell-Pope. Con la irrupción de Horton-Tucker y la entrega de Caruso no parece que vaya a ser arsenal suficiente.

Los cambios en la dirección de juego también han sido significativos. Schroder está realizando una gran campaña sobre todo a nivel anotador, pero debido a las bajas está saliendo de inicio, y ahí la segunda unidad del equipo se está resintiendo. El curso pasado Rondo, desde el banquillo, aportaba muchísimo con su experiencia, visión de juego y recursos y ahora ese jugador no está para dar refresco.

Pero si hay una posición en la cancha que refleja el mar de dudas que son estos Lakers, sin duda, es el puesto de pívot. Comenzó cómo titular en el puesto de pívot, el mediano de los Gasol y Harrell aportando su garra y energía desde el banquillo. El de Sant Boi, si bien no estaba realizando grandes números individuales, hacía mejor a los suyos con su buena visión del juego y con algo tan importante qué tienen los grandes jugadores, los intangibles. La aportación del español no convenció a la cúpula angelina (nerviosa por los movimientos y contrataciones realizados por Brooklyn Nets) y realizaron la contratación de Andre Drummond. Esto ha hecho pasar a Marc de ser titular a tener un rol residual en el equipo, con el malestar que eso le ha supuesto. Si hay dos pívots completamente diferentes en la liga, son Drummond y Gasol. El juego del equipo con uno u otro en cancha varía considerablemente.

Acabo con las declaraciones de LeBron James sobre el play-in: “El que se haya inventado esa mierda debe ser despedido”. Estas palabras no hacen más que reflejar el estado de nerviosismo y dudas que hay en estos Lakers, que mucho deberán mejorar si quieren volver a revalidar el título.

Foto: espn.com

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