Durante toda la temporada regular, los aficionados y los expertos de los medios de comunicación debatieron si los Sacramento Kings eran “aspirantes o pretendientes”. El domingo, cuando el “equipo de la viga” saltó a la cancha para disputar la final de la primera ronda de los playoffs contra los Golden State Warriors, ya no hubo dudas
Recién salidos de una victoria en casa de los Warriors, los Kings volvían a casa después de empujar a los vigentes campeones de la NBA a un séptimo partido.
Pero era ganar o irse a casa y los Warriors decidieron que su temporada aún no había terminado, avanzando a las semifinales de la Conferencia Oeste con una victoria por 120-100 liderada por una actuación histórica de Stephen Curry.
Curry anotó 50 puntos, la cifra más alta de su carrera en los playoffs, y batió el récord que Kevin Durant estableció en 2021 en un séptimo partido.
Draymond Green fue el primero en anotar con un rápido mate, pero Kevin Huerter, de los Kings, respondió rápidamente con un triple en el otro extremo. Así fue la primera mitad, una batalla de ida y vuelta.
Sacramento ganaba por cinco a los 90 segundos de juego. Los Warriors tomaron una ventaja de 18-12 mientras los Kings tiraban 5 de 13 desde el campo y 1 de 5 desde la línea de 3 puntos en los primeros seis minutos.
El primer cuarto fue todo del banquillo de los Kings, que hicieron 3 de 7 tiros de tres sin pérdidas de balón. Terence Davis anotó dos triples para empatar el partido 25-25 a menos de dos minutos del final del primer cuarto.
De’Aaron Fox y Trey Lyles siguieron con sendos triples para dar a los Kings una ventaja de 31-30 al final del primer cuarto.
Con los Warriors perdiendo 45-42 a mitad del segundo, Curry falló notablemente dos tiros libres consecutivos. A pesar de lo chocante que puede haber sido, consiguió la friolera de 20 puntos, 4 rebotes y 3 asistencias en el descanso.
El más destacado al descanso fue el otro Splash Brother, Klay Thompson. Anotó 7 puntos tras lanzar 1-10 en tiros de campo y fallar sus cuatro intentos de 3 puntos. Dejando a un lado la dura primera mitad, el entrenador de los Warriors, Steve Kerr, siguió con él en el tercer cuarto.
Iniciado por un profundo triples de Stephen Curry para dar a los Warriors una ventaja en el tercer cuarto, Golden State abrió con una racha de 13-4 en poco más de cuatro minutos. Curry seguía cocinando y la defensa de Sacramento no era capaz de frenarle.
Fue la puntilla para los Kings, que vieron como los últimos minutos del, en teoría, expectante séptimo partido, se convirtieron en un puro trámite para los Warriors.
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