Tras las idas y venidas, el encuentro que se había planificado para ser disputado en la urbe a las orillas del Mediterráneo… Para tener que disputarse también en otra localidad bañada por el Mare Nostrum, pero con la Capital del Turia como sede, dentro de un contexto poco apropiado, tanto a nivel organizativo como psicológico, para que tuviera lugar un partido de la máxima competición europea de clubes y las características que todo ello requiere
El partido comenzó con el equipo israelí siendo mucho mejor en ambos, con Antonious Cleveland y Bonzi Colson bailando al ritmo de Lorenzo Brown, con Jake Cohen apoyando en anotación mientras Chris Jones lideraba la ofensiva taronja junto a Damien Inglis, mientras Brandon Davies aseguraba la defensa del aro propio. Con Víctor Claver y Stefan Jovic aprovechando los ‘aciertos’ arbitrales en su favor, además de un buen trabajo de Lucas Marí, el marcador era de 18-17 al final del primer cuarto.
El segundo cuarto comenzó con Nate Reuvers, Víctor Claver y Bonzie Colson dando emoción a un partido que se había quedado un poco atascado entre tanta defensa, con James Webb III haciendo honor a su lugar en la genealogía familiar desde la larga distancia y Jaime Pradilla sumaba en ambos lados de la pista (mate tras alley-oop, media distancia o intimidación cerca del aro) dando pie, junto a Damien Inglis y Jovic, a un marcador de 33-29 al descanso.
Tras la reanudación, Jasiel Rivero y Bonzie Colson pusieron en apuros los esquemas defensivos del conjunto entrenado por Álex Mumbrú, con un esporádico Kassius Robertson recortando distancia en nuevo tramo denso de partido, con muchas faltas y golpes pero pocos puntos. Víctor Claver, Jaime Pradilla, Stefan Jovic y Nate Reuvers salieron a la carga para poner un parcial de 10-0 cuando las piernas del equipo de Oded Kattash empezaron a pesar y, por ende, los tiros dejaron de penetrar en la red defendida por el conjunto valenciano, provocando un tiempo muerto del técnico israelí. Un tiro libre de Reuvers y un triple de Guillem Ferrando ampliaron la ventaja pese a los esfuerzos de Lorenzo Brown y Colson dejando un marcador de 50-44 al final del tercer cuarto.
Al inicio del último cuarto, Boubacar Touré y Josep Puerto pusieron la máxima ventaja con un parcial de 5-0, hasta que James Webb III intentó frenarlo pero Chris Jones, tanto asistiendo como atacando, revolucionó el encuentro, permitiendo que los tiros libres de Brown solo movieran el marcador hasta el 60-51 a cinco minutos de acabar el partido.
Finalmente, pese a los intentos del conjunto de Tel Aviv por cambiar las tornas en el partido, con Colson (20 puntos) y Brown (13 puntos-11 asistencias) a la cabeza, venció por 75-66 gracias a su gran hacer defensivo (gran repertorio de tapones incluido) y a sus recursos bajo el aro para cerrar un encuentro que nunca se debió haber disputado en el contexto actual.
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