El Real Madrid mantiene su modo imparable, 88-71

3 minutos a leer

por

Este Madrid se muestra invencible. Aunque el Milán de Messina intentó tenderle una trampa, los blancos se recuperaron y finalmente arrollaron a su rival. Campazzo dirigió el juego, y Llull ejecutó como en sus mejores días

El Real Madrid ha ganado sus once partidos de la temporada. Parece sencillo y natural, pero viendo este Real Madrid, las victorias parecen llegar sin esfuerzo. El equipo dirigido por Chus Mateo está demostrando una superioridad impresionante contra cualquier rival en el primer mes de la competición. Lo destacable de la victoria contra el Armani Milán (88-71) es que se logró después de superar un mal inicio, donde los italianos llevaron el partido a un terreno difícil y desconectaron el mejor ataque de Europa durante varios minutos. Sin embargo, este Madrid no se rinde, y finalmente ganó con facilidad, dando la impresión de estar varios pasos por delante de su rival. En esta ocasión, contaron con un inspirado Llull (19 puntos, 5 triples), un Campazzo que volvió a ser el capitán del equipo (doble-doble, 12 puntos y 10 asistencias), y un Hezonja destacando en las jugadas, además de ser casi perfecto en los tiros (6 de 7 en tiros de dos).

El Milán comenzó el juego con más energía, aplicando una defensa intensa y generando pérdidas constantes en el equipo blanco. Las primeras cuatro en menos de cuatro minutos. Solo la genialidad de Campazzo, con 5 asistencias en el primer cuarto, permitía al Real Madrid mantenerse en ataque en un momento complicado. A pesar de ser el equipo con más puntos anotados en la Euroliga, el Real Madrid solo sumó 19 puntos en los primeros 10 minutos. Los italianos, con 25 puntos, dominaban el ritmo del partido y jugaban a su manera, imponiendo su físico en varios enfrentamientos. Además, la situación empeoró cuando Chus Mateo tuvo que sentar temprano a Tavares (segunda falta a 3:25 del primer cuarto) y a Poirier (3 faltas, dos de ellas ofensivas y una técnica casi seguidas), lo que agravó la falta de altura del equipo.

El segundo cuarto comenzó con Hezonja como ala-pívot, contribuyendo durante unos minutos, pero desapareciendo gradualmente bajo la presión de Mirotic. En una de las embestidas, Mirotic recibió un fuerte golpe en el pómulo de un jugador del Madrid, lo que lo obligó a sentarse un rato en el banquillo y afectó su rendimiento. Hasta ese momento, Mirotic era el mejor jugador del partido (9 puntos, 5 rebotes y 2 robos al descanso), con la excepción de Llull. El base, en uno de sus días brillantes cara al aro, se fue al vestuario como el máximo anotador del Real Madrid, con 11 puntos y 3 triples. El último triple sobre la bocina empató el partido a 42. Tres minutos antes, el Milán tenía una ventaja de 9 puntos (30-39), con una destacada actuación de Shavon Shields, quien aprovechó los bloqueos preparados por Messina.

El Real Madrid igualó la intensidad de su rival. Pasó de tener 8 pérdidas y una valoración de 15-30 al final del primer cuarto, a 10 pérdidas y una valoración de 32-40. La tendencia continuó después del descanso. Facu tomó el partido como algo personal, incluso recibiendo una falta técnica por protestar. Tavares anotó 6 puntos antes de cometer su cuarta falta, mostrando cierta impaciencia. Musa, quien fue el Jugador Más Valioso (MVP) en las dos jornadas de la temporada pasada contra el Milán, comenzó a anotar. La conexión entre el Chacho y Poirier comenzó a dar sus frutos, como en las semanas anteriores. Todo esto llevó al Real Madrid a tener una ventaja de 11 puntos antes de los últimos 10 minutos. Aunque el Armani Milán se acercó y dejó el marcador en 67-61 al final del tercer cuarto, esto resultó ser un espejismo.

El Real Madrid cambió de marcha y dominó el partido durante cinco minutos, tanto en defensa como en ataque. Un quinteto formado por los jugadores experimentados, Hezonja y Poirier, prácticamente sentenció el partido, a pesar de que aún quedaba más de la mitad del último cuarto por jugar. Con un par de triples de Llull y unos cuantos alley-oops de Poirier, el Armani Milán quedó debilitado y desanimado. El Real Madrid logró un parcial de 13-2.