Unicaja se proclamó, con total merecimiento, campeón de la Supercopa ACB tras derrotar al Real Madrid por 80 a 90. El conjunto malagueño se mostró superior al conjunto blanco durante la gran mayoría del partido, de hecho dominó en el marcador de principio a fin. Con una defensa excelsa y un ataque letal, se lleva para Málaga su primera Supercopa de la historia. El trío Taylor (22 puntos), Perry (16 puntos) y Sima (14 puntos) fue básico para conquistar el título. Ibon tenía un plan y el equipo lo llevó a cabo a la perfección. Por su parte el Madrid, se queda sin la que podía haber sido su séptima Supercopa consecutiva
El arranque del partido de Unicaja fue simplemente exquisito. Con una defensa asfixiante y un ataque letal, comandado por un sensacional Kameron Taylor (11 puntos), el cuadro malagueño se situaba con un rotundo 5 a 21 (minuto 4).
Chus Mateo, muy enfadado con los suyos, pedía tiempo muerto. Los jugadores del Madrid no habían entrado en el encuentro y estaban siendo totalmente superados por los de Ibon Navarro. El parón arregló el problema en ataque, pero en defensa, el conjunto blanco no terminaba de cerrar la hemorragia y se marchaba al final del primer cuarto perdiendo 19 a 32. Unicaja había realizado un señor inicio de partido.
En el segundo acto las fuerzas se igualaron. Pese a ello, el cuadro malagueño seguía manteniendo una clara ventaja (32-44 minuto 16). Con el paso de los minutos y merced a los lanzamientos de tiros libres, el Madrid acortó diferencias. Unicaja había entrado en bonus muy pronto (antes de llegar al ecuador de este cuarto) y el Madrid sólo llevaba dos en ocho minutos. Tras un triple de Musa, los de Chus Mateo se pusieron a uno (42-44 minuto 19). Con una canasta sobre la bocina de Kameron Taylor (16 puntos), finalizó la primera mitad. Unicaja se iba con ventaja 49 a 45.
La salida de vestuarios volvió a teñirse de color verde. Un Madrid errático en el tiro, veía cómo el ímpetu de Unicaja volvía a ampliar las diferencias (47-61 minuto 26). Clave en estos instantes el buen hacer de Yankuba Sima (10 puntos sin fallo).
Cuando peor lo pasaba el equipo merengue, Facundo Campazzo salió al rescate (17 puntos). La actuación del argentino, unido a unos buenos minutos de Andrés Feliz, acercaron al Madrid, que entraba de lleno en el partido (63-68 minuto 30). Quedaban diez minutos para conocer al campeón. Todo podía pasar.
El orgullo del de siempre, de Sergi Llull puso al Madrid a uno (73-74 minuto 36), pero fue un espejismo. En un abrir y cerrar de ojos, dos triples consecutivos de los malagueños (73-80 minuto 37), volvieron a distanciar a los de Ibon Navarro. Kameron Taylor seguía a lo suyo (19 puntos).
En los instantes finales, Unicaja no se puso nervioso y supo aguantar los últimos arreones de un Madrid a la desesperada. Los de Ibon Navarro se proclamaron Campeones de la Supercopa por 80 a 90, dando una gran versión.
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