El mapa de Oklahoma de Álex Abrines está roto, solo tiene esquinas. Se han tomado tan en serio su papel de especialista en el tiro que no le dejan visitar el centro. Mientras tanto, Ricky Rubio en Utah tiene en sus manos un mapamundi, viaja a todas partes y mete puntos cómo nunca. Son dos caras de una misma moneda: un exterior europeo haciendo las Américas en el siglo XXI. Veamos
Si en tu equipo juega Russell Westbrook te dan ganas de maldecir el reglamento del profesor Naismith, ¿qué le hubiera costado poner dos balones? Abrines lo sabe. Va camino de cumplir 25 años y en su segunda temporada de la NBA hay partidos donde se pasa 10 minutos en cancha antes de tocar su primera bola.
Más allá del sueldo, para Abrines el baloncesto se limita a mira, esperar, recibir, tirar y, a ser posible, anotar para así tener bola extra. Nada romántico, cierto, pero nadie dijo que el baloncesto profesional lo fuese. Lo están comprobando los hermanos Hernángomez, con más hambre de balón que Chicote tras un mes a régimen.
Así de dura pude ser la vida estadounidense de uno de los mejores aleros jóvenes europeos al que, por cierto, disculpad la maldad… ¿cuántos partidos buenos le vimos hacer durante sus 4 años en el Barcelona?
De Barna también partió hacia a los EEUU mister Ricky Rubio. Lo de Ricky en 2018 es más alegre porque, entre otras cosas, tiene más talento.
Ricky va rumbo a los 28 años aunque nos parezcan 38 porque nos lleva asombrando desde el siglo XX pero… no, Ricky tiene 27. En Generación Plus [Movistar] Piti Hurtado hizo un reportaje bestial presentando su nueva etapa como “El Renacer de El Caballero Oscuro”, probando hasta que punto la nueva melena de barba fiera de Ricky endurece su aspecto al mismo tiempo que mejora su juego. ¿Tendría que pasar Abrines por las manos del tatuador y peluquero de Ricky en Utah? Por favor, que alguien le pase esos contactos a Álex.
Tres seis años en Minnesota Timberwolves (2011–2017), Ricky Rubio va dejando atrás su pasado negro para pintarlo de alegría. Ha entendido el rol de la NBA actual: ganas luz si te vuelves un ser oscuro.
Hoy solo hay una ley: tírate todo lo que puedas o vendrá otro que lo haga por tí. Es la ley del parque, que diría Jose Ajero [¿soy el únco que echa de menos esa sección ?] En resumen, digamos adiós al Ricky pasador, ha nacido el Ricky metedor porque a nadie le importan hoy día los porcentajes, todos sabemos que cuanto más tiras más metes… a no se rque en tu equipo juegue Westbrook, claro 🙂 [Abrines dixit]
por Xabier Sanmartín Cuevas – Periodista autor de “El Gran Libro del Obradoiro” y Asesor de amplitude.es
Redactor · Artículos de opinión
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