Análisis de la final “dejá vu” en la NBA: Warriors vs Cavaliers

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Ha pasado un año y parece que en la NBA nada ha cambiado, de nuevo los Cleveland Cavaliers del “Rey” LeBron se enfrenta a los Warriors del “indescriptible” Curry

Los Cleveland Cavaliers han dominado a su antojo el Este a lo largo de toda la temporada. En la regular terminaron primeros con un balance de (57-25) y en los playoffs han ido pasando las rondas con total superioridad, (4-0) en la primera ronda ante los Detroit Pistons, (4-0) en la segunda ante los Atlanta Hawks, y (4-2) en la finales de conferencia ante los Toronto Raptors.

Los Cavaliers siempre han salido en estos playoffs con un cinco titular muy sólido. De inicio Lue opta con salir con su “trío estrella” Kyrie Irving (24.3 puntos 5.1 asistencias), LeBron James (24.6 puntos 8.6 rebotes 7.0 asistencias) haciendo absolutamente de todo, y Kevin Love (17.3 puntos 9.6 rebotes) como referencia interior, y lo complementa con un J.R. Smith (12.0 puntos 3.4 rebotes) que aporta sobre todo desde el tiro exterior, y Tristan Thompson (4.9 puntos 8.4 rebotes) con innegable aportación desde la defensa y el rebote.

En el banco los Cavaliers destacan cuatro jugadores, el campeón del Este juega con una clara rotación de 9 jugadores, dándole eso sí una gran importancia a su cinco titular, sin jugar con el típico sexto hombre que destaque, el banco está para dar eventuales minutos de descanso a su cinco titular. Matthew Dellavedova (4.4 puntos 3.6 asistencias) en el puesto de base, Iman Shumpert (3.5 puntos 2.6 rebotes) que con sus 17 minutos de media es el reserva que más juega, Richard Jefferson (5.3 puntos 2.6 rebotes) y Channing Frye (8.6 puntos 2.9 rebotes), su reserva más ofensivo. Completan la rotación, con dos exteriores, Mo Williams (1.6 puntos) y Dahntay Jones (1.0 punto), y el pívot ruso Timofey Mozgov (1.0 punto 1.6 rebotes), que con Lue juega especialmente poco.

Que se puede decir de los Golden State Warriors, son el equipo del (73-9), el mejor balance en la historia de la NBA, y el equipo que ha remontado un (1-3) en las finales de conferencia. Son los vigentes campeones y quieren rematar un año inolvidable con el anillo. En playoffs ha ido eliminando a los Houston Rockets (4-1) en la primera ronda, (4-1) a los Portland trail Blazers en segunda ronda, y un ajustadísimo (4-3) en las finales de conferencia ante los Oklahoma City Thunder.

Kerr, cuando las lesiones se lo permiten, también tiene un cinco titular inamovible. Donde destacan dos diablos en ataque como Stephen Curry (26.7 puntos 6.0 asistencias 5.9 rebotes) ya recuperado de sus molestias iniciales en playoffs, y Klay Thompson (26.1 puntos 3.9 rebotes) como escudero de lujo, dos jugadores polivalentes y de gran presencia física en el juego como “mister triple-doble” Draymond Green (15.0 puntos, 9.7 rebotes 5.8 asistencias) y Harrison Barnes (8.8 puntos 4.7 rebotes), y el puesto de cinco el australiano Andrew Bogut (5.0 puntos 6.4 rebotes) con un destacada labor en defensa y rebote.

En el banco, Kerr, a diferencia de su rival, apuesta por la profundidad, por incluir a la rotación a más cantidad de jugadores, hasta seis entran en la habitual rotación, y son pieza importante en este Warriors vigente campeón. Shaun Livingston (8.1 puntos 3.5 asistencias) demostró supliendo en su momento al lesionado Curry, que está a un excelente nivel, en el juego exterior se apuesta claramente en la veteranía, tan necesaria en los momentos clave, con el brasileño Leandro Barbosa (4.7 puntos 1.2 rebotes) y un Andre Iguodala (8.7 puntos 3.5 rebotes) que se convierte en estrella a estas alturas del año. En la pintura, dos jugadores muy conscientes de su rol contundente cerca del aro, Marreese Speights (7.0 puntos 2.2 rebotes) y Festus Ezeli (4.9 puntos 3.0 rebotes). Los Warriors completan la rotación con el exterior Ian Clark (4.4 puntos 1.2 asistencias), y en menor medida con Brandon Rush (2.4 puntos 2.0 rebotes) y por dentro, Anderson Varejao (1.1 punto 1.1 rebote).

El momento clave en la NBA ha llegado, y los dos mejores equipos de la competición se han citado de nuevo, el anillo está en juego.