Cinco de cinco, y restaba una última cita de pretemporada. Los chicos de Luis Casimiro se estrenaban en la isla recibiendo al Ratiopharm Ulm alemán. Lo hacían, además, en el incomparable marco del Centro Insular de Deportes, que volvió a vibrar con aquellos que tantas alegrías brindó en la Avenida Marítima. Además, por si no fuera suficiente incentivo, la recaudación en taquilla iba destinada a Greg Stewart, emblemático jugador claretiano que permanece hospitalizado en Miami tras sufrir un infarto mientras jugaba al baloncesto callejero
Con McCalebb, Salin, Rabaseda, Báez y Hendrix en pista el Herbalife Gran Canaria salió para enfrentar a un conjunto alemán que repetirá participación en la Eurocup. Los germanos salieron muy enchufados, anotando dos triples en apenas dos minutos para un 0-8 de inicio que pilló desprevenido al Granca. Salin se echaba el equipo a la espalda y, a falta de fluidez, eran sus rapidísimos triples lo que daba aire al conjunto isleño. El finés anotó ocho de los primeros diez puntos locales (10-13, minuto 4) para mantener en la pelea a los suyos.
Sin embargo, el ritmo anotador del Ulm era arrollador. No había manera de evitar los triples y, en el interior, Morgan y el internacional Tim Ohlbrecht hacían daño hasta poner diez de diferencia en el electrónico. Mejoró prestaciones ofensivas el Herbalife Gran Canaria con Darko Planinic en pista, pero el conjunto teutón seguía anotando con facilidad. Ocho de diferencia al final del primero (24-32).
Si bien se mejoraba algo en ataque, la mejora no parecía suficiente como para ir recortando terreno. Sobre todo porque en defensa los amarillos seguían sufriendo en las defensas de los bloqueos frontales. El Ratiopharm Ulm se encontraba cómodo y un canastón de Butler (28-43, minuto 16) lanzaba a los suyos. La renta de los visitantes llegó a ser de 16 puntos. Con 30-46, el Herbalife Gran Canaria reaccionó. Lo hizo desde la paciencia, desde el buen hacer, desde la convicción del plan. Mentalmente este grupo de Casimiro mantiene matices del equipo del pasado curso. Una roca difícil de mover.
UNA REACCIÓN HURACANADA
Sasu Salin y Xavi Rabaseda mostraron su agresividad de diferentes modos. El internacional finlandés anotando desde 6,75; el catalán penetrando una y otra vez para sacar faltas y enchufar a sus compañeros. Tal fue la reacción que el parcial final antes del descanso fue de 15-0 para colocarse a solo un punto (45-46).
Y el Herbalife Gran Canaria ya no miró atrás. En verano se discutió mucho sobre las bajas de Omic y Pangos, entre otros, por haber sido de los mejores jugadores del anterior equipo. Pero lo cierto es que las incorporaciones están realizando un trabajo espectacular. En el tercer cuarto fueron claves en la escapada final de un Herbalife Gran Canaria que aplastó al Ulm. Lo hizo con intensidad, con buena defensa y con transiciones rápidas. Y pocos hombres mejores para realizar un juego así que Bo McCalebb. El base de NOLA fue vital y lideró un parcial de salida de 14-4 que cimentó la victoria final.
McCalebb acabó con 13 puntos, 5 asistencias y 5 recuperaciones, y de sus manos salieron muchos de los puntos amarillos. Los otros, casi todos, de un Royce O’Neale incombustible. Acabó con 9 puntos y 6 rebotes pero se ganó a la afición con su entrega y su lucha. El Ratiopharm Ulm no lograba anotar y, en un abrir y cerrar de ojos, el partido estaba roto (71-54, minuto 27). El parcial en ese momento era de 41-8, y llegó a aumentar. A falta de un cuarto, el marcador era de 74-58.
No tuvo mucha más historia el encuentro. Si acaso la comunión entre equipo y afición, el bonito ambiente que presentó, como siempre, el Centro Insular, y las espectaculares acciones de McCalebb. El resultado final fue de 96-77 para un Granca que ya piensa en el inicio de la competición oficial en Vitoria, ante Baskonia, en la Supercopa Endesa.
Nota de prensa Herbalife Gran Canaria
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