Tanto Rusia como Croacia tienen la oportunidad de una vez más demostrar su calidad y dar carpetazo a su historia reciente, donde ambas selecciones en los últimos años han estado muy lejos de la lucha por las medallas. Una de ellas, la que pierda, continuará con su particular travesía por el desierto
En Rusia no encontramos con Shved, el absoluto líder y por donde pasa casi todo el juego ofensivo de los suyos, con 23 puntos por partido, buenos porcentajes y siempre muy activo en los momentos calientes de los encuentro. La otra arma de los rusos está por dentro, con un Mozgov dando muestras de su potencial NBA y evergadura, con 14 puntos y casi 8 rebotes por partido. El resto del equipo, donde podemos destacar a Kurbanov y a Fridzon, intenta ejercer de bloque armado que complemente la calidad de sus dos jugadores estrella. Un juego muy polivalente con sus jugadores capaces de jugar en varias posiciones.
En frente Croacia, una selección que nos ha demostrado ser capaces de competir ante cualquiera, ante España así lo demostraron. Destaca sobre todo la dupla Bogdanovic, con 21.4 puntos y 5 rebotes de media, y Saric, que está jugando a un nivel increible, haciendo de todo y todo bien, con 15 puntos, 8 rebotes y 3 asistencias por partido. Pero Croacia es bastante más que sus dos estrellas, en ataque se suman hombres como Simon y Popovic y en defensa aportan Planinic dentro, y Ukic y Tomas desde el perimetro.
Foto: FIBA
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