La Selección cierra este domingo los Juegos Olímpicos con un doble reto histórico: conquistar la que sería su tercera medalla olímpica consecutiva, además duplicando podio español en Río tras la plata de las chicas: ¡#aporelbronce!
La tercera medalla olímpica consecutiva: un reto apasionante para la Selección en su último duelo en estos Juegos de Río 2016, frente a la siempre temible Australia, para hacer aún más grande el ciclo que arrancó en Pekín 2008 y continuó en Londres 2012 con dos platas para la historia del baloncesto español, ambas tras sendas finales inolvidables que consolidaron el baloncesto español como un referente universal y batieron records de audiencia televisiva en los cinco continentes.
Sólo cuatro países lo han conseguido hasta la fecha a lo largo de toda la historia del torneo olímpico: Estados Unidos, las desaparecidas Unión Soviética y Yugoslavia, y más recientemente Lituania.
También duplicar podio ha estado hasta ahora sólo al alcance de las antiguas grandes Unión Soviética y Yugoslavia, además de Estados Unidos, a las que en Río se ha sumado Serbia.
El rival va a estar a la altura de este doble reto: Australia es un equipo compacto, con talento, experiencia, calidad, capacidad para jugar con dureza mental y con un excelente tiro exterior. En la primera fase ha exhibido un baloncesto extraordinario, de excelentes prestaciones tanto ofensivas como defensivas, cediendo sólo frente a la poderosa USA. Nada que ver con la dura derrota en semifinales frente a Serbia, en la que el equipo ofreció su peor cara.
El seleccionador Andrej Lemanis –australiano de origen letón- ha hecho de Mills, Dellavedova, Ingles, Bogut y Baynes su cinco base, con la valiosísima aportación del veterano David Andersen. Los ‘aussies’ han firmado una media de ataque casi al nivel de España (85 puntos por partido frente a 85,7), ha encajado una media por debajo de los 75 puntos y son el equipo con el segundo mejor registro de acierto en sus lanzamientos en juego (49% global). Con casi 20 puntos de media, Mills es su máximo anotador, y entre Baynes, Bogut y Anderson garantizan más de 16 rebotes por partido.
El último partido oficial entre España y Australia data de los Juegos de Londres, y finalizó con victoria española por 80-72. Unos días antes de comenzar estos Juegos de Río, ambos equipos se midieron en un partido de preparación extraoficial, en el que Sergio Scariolo asegura que “nos dieron un aviso de su fuerza y calidad”.
Nota de prensa FEB
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