El comienzo de temporada de los Brooklyn Nets y el juego exhibido por Ben Simmons tras un largo periodo fuera de las canchas dejan unas grises sensaciones a todos los aficionados de la franquicia neoyorquina
Con la derrota ante los Dallas de Doncic, los Nets se colocan con un flojo balance de (1-4), coqueteando con la zona baja de la tabla en este inicio de temporada.
Una situación que propicia inevitable costumbre de buscar culpables, tanto en lo colectivo como en lo individual. Con cada derrota las miradas se posan en el entrenador, y en la pista cada vez más, en el juego que ofrece Ben Simmons.
Simmons (2.09, 26 años) ha salido desde el primer día en el quinteto titular, y Nash no escatima en minutos, le da 31 minutos de media, y el jugador aporta 5.6 puntos, 6.2 rebotes y 6.8 asistencias. Corales estadísticas pero a todas luces insuficientes a la espera de su mejor versión, que aunque intenta aportar en defensa, está no esta siendo la mejor cualidad del equipo hasta el momento.
El foco mediático sobre él es bastante considerable y la presión se palpa en cada partido y cada vez que coge el balón. Tanto es así que hasta Irving, su compañero, ha pedido públicamente que le dejen coger la forma y sensaciones con una súplica «Dadle una oportunidad».
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