La expectación era grande, le llamaban el partido del año, y realmente no hubo ni partido. Los Warriors liderados por un Curry de otro planeta, ganaban de 15 al descanso y rompieron el partido en el tercer cuarto, el último acto no sirvió más que esperar el pitido final (120-90)
Stephen Curry anotó 37 puntos, con 6/9 en triples, ajustició sin piedad los intentos Spurs, en el último cuarto no estuvo ni un minuto en pista, el trabajo estaba hecho. Green (11 puntos 9 rebotes 6 asistencias) y Thompson, también con 11 puntos, acompañaron a la estrella. En el banquillo, Livingston y Rush, ambos con 13 puntos, y Speights (12 puntos 7 rebotes), aprovecharon los minutos.
En los Spurs pocos estuvieron al nivel esperado, solo Leonard (16 puntos 5 rebotes), Marjanovic (12 puntos 6 rebotes) desde el fondo del banquillo, y West (12 puntos 5 rebotes), dieron algo la cara.
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