El conjunto aragonés resiste con entereza durante toda la primera mitad, pero acaba cediendo tras encajar un parcial de 10-29 en el tercer cuarto
El Casademont resistió los dos primeros cuartos (85-97). Después se descompuso, con un parcial de 10-29, sometido por el inmenso potencial de su adversario. El conjunto local mejoró actuaciones pasadas, sobre todo en las tareas defensivas, pero no tuvo la fuerza suficiente para doblegar a un oponente de rango mayor. Con este desenlace, la escuadra zaragozana protagoniza el peor inicio de su historia en la Liga ACB: sólo dos victorias en sus 11 primeros compromisos. El equipo permanece en una situación de riesgo, con su silueta desfigurada, lastrado por su carácter bipolar, sus intermitencias y sus gigantescas desconexiones. El Barça, sin embargo, no era el rival más propicio para iniciar la reacción. Al contrario, es un bloque imponente, enérgico y vigoroso, muy disciplinado tácticamente y con numerosos recursos en todas sus líneas. No admite ni una sola distracción. Y en cuanto el Casademont, ya en el tercer acto, emitió algunas debilidades en su juego, los azulgranas sentenciaron el partido en apenas siete minutos con un despliegue devastador. A partir de ahí, los catalanes sí disfrutaron de un duelo plácido y sosegado, sin excesiva oposición.
Y eso que los locales opusieron una tenaz resistencia en la primera mitad. En los primeros compases, el Casademont ya aguantó con firmeza las primeras embestidas de su rival, gracias a su facturación elevada. Y gobernaba el marcador a los dos minutos de juego (6-5), tras un triple de Dylan Ennis, un 2+1 de Robin Benzing y una canasta bajo los aros de Nico Brussino (8-7). El Barça reaccionó con prontitud, agarrado a Cory Higgins y Nick Calathes, pero el cuadro aragonés se mantuvo por delante con tres lanzamientos consecutivos desde más allá del arco -dos de Ennis y uno de Benzing- perfectamente ejecutados (19-15). El equipo local no sólo obtenía réditos en cada uno de sus ataques, sino que también se aplicaba atrás con acierto ante un oponente con numerosos argumentos ofensivos. Los catalanes mejoraron su aspecto con las primeras rotaciones, sobre todo en su desempeño defensivo, y pudieron recuperar el mando tras jugadas individuales de Oriola, Hanga y Heurtel (21-22). Sin embargo, el Casademont cerró el primer acto con ventaja en el marcador, después de otro certero disparo desde Dylan Ennis desde el perímetro (24-22). El escolta canadiense, muy incisivo, sumó 14 tantos en el cuarto inaugural. El conjunto zaragozano lanzó hasta 12 triples en los 10 primeros minutos de la contienda, con un 41% de efectividad (anotó 5).
El Barcelona elevó sus prestaciones defensivas en el segundo acto. Y el Casademont enseguida se quedó sin respuestas: permaneció dos minutos y medio sin anotar, tiempo suficiente para que los azulgranas voltearan nuevamente el marcador (24-27) con la velocidad y la clarividencia de Heurtel y la precisión en el tiro de Kyle Kuric. Ahora sin amenaza exterior, el conjunto zaragozano recurrió entonces a la pintura, donde primero Hlinason y luego Thompson sí hallaron situaciones ventajosas para anotar. Gracias a las acciones de sus pívots, y después de dos lanzamientos de Benzing desde la línea de personal, el conjunto de Sergio Hernández se situó a un solo punto de distancia (35-36), a tres minutos del descanso. Y posteriormente, tras otra buena defensa colectiva, los locales recuperaron el mando en el marcador con un triple liberado de Robin Benzing (38-35) que conllevó, además, el tiempo muerto de Sarunas Jasikevicius. Clausurado el segundo cuarto, el Casademont seguía optando a la victoria frente al gigante azulgrana (42-41), tras haber completado una gran primera mitad en los dos lados de la pista.
El duelo se mantuvo igualado en los primeros minutos de la reanudación (47-47), con los dos conjuntos empleándose con tenacidad y solvencia en las tareas defensivas. Fue un tramo intenso, acelerado, por momentos loco, distinguido sobre todo por las precipitaciones, las pérdidas de balón, la escasa productividad de los equipos en sus acciones de ataque. Un canasta de Oriola, sin demasiada oposición, y una antideportiva de Kotate sobre Brandon Davies, que se tradujeron en cuatro puntos consecutivos del pívot, iniciaron el despegue de los catalanes (47-53), en el ecuador del tercer acto. E inmediatamente después, otro mal ataque de los zaragozanos finalizó con un lanzamiento triple de Kyle Kuric, que amplió la renta visitantes hasta los 9 tantos (47-56). Aunque Hernández detuvo el partido, el tiempo muerto no modificó el escenario. Al contrario, el Casademont siguió con muchos problemas en cada uno de sus ataques, y los azulgranas fueron aumentando su distancia con suma facilidad. Un dato muy significativo: el equipo aragonés había sumado 24 puntos en el primer acto, pero apenas facturó 28 tantos en los 20 minutos posteriores. En este escenario, el Barcelona pudo edificar una sólida ventaja en el marcador, a la media hora de juego (52-70), ya insuperable para las aspiraciones del equipo local.
A partir de ahí, ya no hubo opción para el Casademont Zaragoza, que estira aún más su negativa trayectoria en el curso actual: dos triunfos en los 11 partidos disputados. Urge reaccionar.
Fuente: heraldo.es • acb photo
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