El recital anotador canario y las pérdidas de pelota condenan al equipo en la segunda parte
El Divina Seguros Joventut no ha podido irse de Gran Canaria con un resultado positivo (94-69). Aunque los verdinegros han competido con solvencia 22 minutos, el Herbalife ha subido el nivel de intensidad en la segunda parte para romper el partido con una gran exhibición ofensiva contra una Penya que ha pagado el exceso de pelotas perdidas.
Inicio esperanzador
No han podido empezar mejor las cosas en Gran Canaria Arena. A pesar de que el Herbalife ha sido el encargado de anotar en los primeros instantes del partido, el Divina Seguros Joventut ha mostrado su versión más serena, y junto con un notable porcentaje desde el triple, ha descolocado al conjunto local por conseguir una renta de nueve puntos, una circunstancia que ha obligado a los de Casimiro a endurecer su defensa para igualar el marcador (22-24).
El segundo cuarto ha tenido dos nombres propios: Simon Birgander y Marcus Eriksson. Bajo la máscara que protege su lesión nasal, el pívot se ha crecido para sostener a los de Diego Ocampo dentro del partido. El jugador verdinegro ha dejado grandes detalles bajo canasta y ha anulado el poder interior canario, pero su compatriota sueco ha roto la defensa exterior de los badaloneses con tres triples (41-37).
Golpe contundente
En la segunda parte, sin embargo, el Divina Seguros Joventut no ha podido competir ante un Herbalife Gran Canaria crecido, con un nivel de intensidad muy superior. Los locales se encontraron cómodos con los tiros abiertos y los bloqueos y continuaciones, abriendo una brecha cada vez mayor en el marcador (73-56).
El último cuarto fue un trámite innecesario para una Penya que ha pagado muy caro el exceso de balones perdidos que no han permitido al equipo encontrar un buen ritmo ofensivo en todo el segundo tiempo en el Gran Canaria Arena (94-69).
Nota de prensa penya • ACB Photo
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