El Iberostar Tenerife da otro golpe sobre la mesa para “asaltar” el Coliseum (54-70)

Otro triunfo de prestigio en un desafío de lo más exigente. El Iberostar Tenerife ‘tomó’ este sábado el Coliseum burgalés con una victoria muy trabajada (54-70), cimentada en una primera parte de libro y en un tremendo ejercicio defensivo. No por convertirse en costumbre deja de tener su dificultad y su mérito lo que ha vuelto a hacer el grupo de Txus Vidorreta ante un gran rival, arropado por más de 9.000 fieles en la grada

El equipo aurinegro impuso sus señas de identidad para rumiar el triunfo desde su fortaleza atrás, una labor que eclipsó a los referentes locales. El criterio para mover el balón en ataque y buscar buenas situaciones de tiro; la irrupción de la segunda unidad, con Gio Shermadini otra vez en modo MVP; la batuta de Huertas, y el trabajo encomiable de los López, Díez, White, Gielo, Lundberg y compañía, explican en parte la victoria canarista.

Arrancó muy serio el conjunto insular ante un rival, el de Joan Peñarroya, también acertado en ataque (14-12, min. 5). Sin embargo, conforme crecía el encuentro era el Canarias el que lo llevaba a su trinchera, con un gran trabajo defensivo, que maniataba a los pilares del San Pablo: McFadden anotó su primera canasta en juego en el min. 32 y jugadores como Fitipaldo o Bassas anotaron muy por debajo de sus números habituales.

En esa dinámica y con Gio Shermadini martilleando el aro rival, los aurinegros impusieron su ritmo al son de Marcelinho (21-25, tras triple de Gielo). Lo intentó el cuadro anfitrión con acciones puntuales de Benite, pero al fin y al cabo aisladas en medio del entramado defensivo de los canaristas, que además jugaban con mucha fluidez delante para firmar un primer parcial de 0-8 (24-33), que amplió hasta los 16 de ventaja al receso (34-50).

Con el rebote bien amarrado, tarea en la que hombres como Díez o White dejaban su impronta, López e Iffe encadenando méritos y Dani rematando varias jugadas de mucho mérito desde la larga distancia, el San Pablo sufría sus peores minutos de la tarde ante un primer acto de lujo de los aurinegros.

Tras el paso por vestuarios, el desacierto de ambos equipos, tal vez algo cansados por sendos compromisos continentales de mucha exigencia entre semana, marcó el guión del partido. Pero en esa dinámica, cuando los triples ya no entraban con tanta frecuencia, fue el Iberostar Tenerife quien manejó también mejor sus bazas, ante un rival desquiciado por no rebajar el agujero en el electrónico.

La determinación de López, las apariciones de Iffe y, en general, el oficio del colectivo, acabó cerrando un triunfo de prestigio de los tinerfeños, el decimotercero en el torneo doméstico y ante un rival metido de lleno en la puja por jugar las series finales.

Nota de prensa Iberostar Tenerife

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