El Lenovo Tenerife logró una victoria épica sobre Unicaja Málaga, mostrando espíritu y superando todos los obstáculos, especialmente sus problemas físicos
El Lenovo Tenerife tuvo un gran comienzo (12-2), dejando a Unicaja Málaga descolocado y obligando a Ibon Navarro a pedir un tiempo muerto con solo tres minutos de juego. Los locales mantuvieron una ventaja de más de diez puntos hasta alcanzar un contundente 22-9. Solo un pequeño parcial de 0-6 permitió a Unicaja maquillar el marcador, pero estaba claro que estaban superados en ambos lados de la cancha (26-15). En rebotes, el Canarias tenía 13 contra solo cuatro de Unicaja.
En menos de un minuto, el Lenovo Tenerife cometió tres faltas mientras Unicaja intentaba remontar (26-20). Más allá del marcador, los andaluces comenzaron a controlar el ritmo del juego, sumando puntos e intensidad poco a poco. Vidorreta detuvo el juego con 29-24 después de un parcial de 3-9. A pesar de la reacción local, una falta antideportiva de Diop dio alas a Unicaja, que se acercó a solo cinco puntos (42-37) al descanso (47-39).
Unicaja mejoró tras el descanso, con una mayor rotación de jugadores bajo la dirección de Ibon Navarro, llevando el partido a su terreno y forzando a Vidorreta a pedir un tiempo muerto (52-53). La máxima ventaja de Unicaja (58-64) fue neutralizada de manera heroica (64-64) al final del tercer cuarto (66-67).
El intercambio de canastas marcó el comienzo del último cuarto (74-70), con el Lenovo Tenerife sacando fuerzas de donde no las había para asumir el reto físico de Unicaja (77-72) después de cuatro minutos de juego. A pesar de los intentos de Unicaja por acercarse, el Lenovo siempre respondió (87-85). El último lanzamiento de los andaluces golpeó el aro y la victoria se quedó merecidamente en Tenerife (87-86).
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