El Real Madrid jugará mañana la final de la Supercopa ACB tras derrotar al Barça por 89 a 83 en un emocionante partido, que se decidió en los segundos finales. Barça y Real Madrid nos deleitaron con un gran espectáculo, en el que salió victorioso el conjunto blanco. El argentino Facundo Campazzo lideró la ofensiva blanca (18 puntos) en el Palacio de los Deportes de Murcia, en un Madrid que lanzó 18 tiros libres más que los azulgranas. Por su parte los de Peñarroya, pese a la derrota, dieron una muy buena impresión
El partido comenzó cocinándose a fuego lento. Ambos conjuntos parecían tomarse un tiempo de tanteo, en lo que era un arranque igualado (9-10 minuto 6), con ventaja mínima para el Barça.
Con el paso de los minutos, el Real Madrid subió el nivel defensivo y con un parcial de seis a cero, cogió la iniciativa en el marcador (20-18 minuto 10). El canadiense Rathan-Mayes (6 puntos) estaba siendo el máximo exponente en ataque del equipo blanco.
El segundo cuarto se inició con un Madrid más incisivo y de la mano de un inspirado Alberto Abalde (8 puntos), puso tierra de por medio (32-24 minuto 15). A Joan Peñarroya no le gustaba lo que pasaba en el parquet y llamaba al orden de los suyos.
El tirón de orejas tuvo su efecto y en un abrir y cerrar de ojos, con un parcial de ocho a cero, el Barça empató el encuentro (32-32 minuto 16). En estos instantes, los jugadores en pista se liberaron del corsés y comenzaron a anotar con facilidad. Darío Brizuela entró al partido con muy buen pie (9 puntos), el Barça pudo correr al contraataque y se fue por delante al descanso por 42 a 41. Jabari Parker máximo anotador con 12 puntos.
La salida de vestuarios fue blanca. Dos triples consecutivos de Mario Hezonja fueron toda una declaración de intenciones. Otro triple de Campazzo (9 puntos), tras otra pérdida de los azulgranas (9) dio la máxima ventaja en el encuentro para los de Chus Mateo (58-48 minuto 26). El Madrid había anotado diecinueve puntos en poco más de seis minutos. O los de Peñarroya subían el tono defensivo o lo iban a tener muy complicado.
Jabari Parker se echó el equipo a sus espaldas (17 puntos) y un orgulloso y combativo Brizuela (9 puntos), le daban aire a los blaugranas, que finalizaban el tercer periodo seis abajo (67-61 minuto 30), pero todavía dentro del partido.
En el último acto las fuerzas se igualaron por completo. El Barça subió prestaciones y los blancos sólo iban uno arriba (72-71 minuto 36), a falta de cuatro minutos para el final. Los dos equipos estaban en bonus. Quien estuviera más acertado desde la línea de tiro libre, se llevaría el partido.
A falta de cincuenta segundos el encuentro estaba empatado a 80. Los de Chus Mateo manejaron mejor los instantes finales del partido, que se llevaron victorioso por 89 a 83. El Real Madrid jugará mañana la final de la Supercopa, ante el ganador del UCAM Murcia-Unicaja.
Redactor · Opinión · NBA · Liga Femenina
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