El Nuevo Congost no es una plaza sencilla, a pesar de que el Real Madrid no ha perdido allí en los últimos 25 años. Ganar en este lugar requiere un esfuerzo extraordinario y una dedicación inquebrantable, como lo experimentó el equipo de Chus Mateo en su victoria sufrida
Es evidente que para este Real Madrid, la ausencia de Tavares, quien no pudo jugar en este partido, representa un desafío significativo, especialmente en el aspecto del rebote. Los blancos no pudieron igualar la intensidad de su oponente y tuvieron que confiar en el talento de jugadores como Musa, quien anotó 23 puntos y acumuló 31 de valoración. Campazzo, quien se destacó aún más cuando el partido se volvió más intenso, contribuyó con 15 puntos, y Llull, quien regresó al lugar donde comenzó su carrera para tener un desempeño brillante con 13 puntos y acciones cruciales.
La ausencia de Tavares se hizo evidente en la estadística de rebotes, con un marcador de 43-31 a favor del equipo local, BAXI Manresa. El Manresa logró capturar 16 rebotes ofensivos, aprovechando estas segundas oportunidades para mantenerse en la contienda.
A mediados del tercer cuarto, el Real Madrid amenazó con tomar una ventaja cómoda con un parcial de 4-13, llevando el marcador a 58-69. Sin embargo, el Manresa respondió con seis puntos consecutivos y cerró el tercer cuarto con un marcador de 67-73, dejando todo por decidir en el último periodo. Ndiaye, quien tuvo un papel destacado ante la ausencia de Tavares y la eliminación de Poirier por faltas, fue fundamental en este tramo del partido.
El triunfo del Real Madrid fue una batalla arduamente disputada para mantener su racha positiva en el Nuevo Congost. Sin embargo, el Manresa demostró ser un equipo formidable que difícilmente perderá partidos cuando juega ante su apasionada afición.
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