Los blancos fueron liderados en ataque por Randolph (16 puntos y 17 de valoración) y Doncic (14 y 21)
Gran noche europea la que vivió el WiZink Center con la inapelable victoria del Real Madrid sobre el CSKA de Moscú en el gran clásico de Europa, que le coloca con 2-0 e inflige la primera derrota a su rival. Los blancos dominaron de principio a fin mediante un enorme trabajo defensivo, dejando al poderoso equipo ruso en 69 puntos. Randolph, que se retiró lesionado al igual que Kuzmic, lideró el ataque madridista con 16 puntos y 17 de valoración en 20 minutos, secundado por Doncic (14, 7 rebotes y 21 de valoración) y un espectacular Campazzo en los minutos finales.
La estrategia de ambos técnicos marcó el arranque del partido. Laso colocó a Taylor sobre Sergio Rodríguez e Itoudis hizo lo propio con Kurbanov con Doncic. A ambos se salió bien. El Madrid frenaba a Chacho y también a De Colo y el CSKA aprovechaba la superioridad en altura del ala-pívot en el poste para anotar. Máxima igualdad, que empezó a romper el conjunto blanco con su acierto en el triple. Uno de Rudy nada más entrar tras dos partidos inactivo ponía el 20-13 antes de terminar un primer cuarto en el que sufrió en el rebote defensivo (20-15, min, 10).
Todas las piezas funcionaban
La rotación madridista aumentó el nivel de intensidad en ambos lados de la cancha. Subsanó en parte el problema del rebote en su aro (Hines seguía haciendo daño con sus seis ofensivos) y no permitió en ningún momento que el CSKA se sintiera cómodo en ataque (solo dos asistencias). Entre tanto, buenos minutos de Randle, que se estrenaba ante su afición, de Carroll y Randolph. El ala-pívot norteamericano volvió a mostrar su enorme talento y se fue a los 10 puntos en el segundo cuarto. El Madrid defendía, corría y borraba del mapa a los rusos con el 45-31 en el minuto 19. La mala noticia llegó en forma de lesión de Kuzmic en su rodilla derecha, que le impediría volver al partido (45-33, min. 20).
El mejor juego de los moscovitas llegó en el tercer cuarto con De Colo y el Chacho en el banquillo. Defensa dura, rebote ofensivo y Clyburn (nueve puntos en cuatro minutos) como recetas para reengancharse al partido. El bajón en ataque de los blancos, en parte por su 0/6 en triples, contribuyó a la recuperación del CSKA. Otro contratiempo para el Real Madrid: Randolph, su único jugador inspirado en este cuarto (seis puntos), se iba al banquillo con una luxación en el hombro. Aun así, consiguió mantenerse arriba frente al empuje visitante (56-53, min. 30).
La mejor versión defensiva
De Colo acercó a un punto al CSKA con el 56-55 en la entrada en el último cuarto. Ese fue el punto de inflexión para los madridistas. Sin su mejor hombre, Randolph, que no volvería tampoco al juego, supieron reaccionar a tiempo desde una magnífica defensa y derrochando una gran energía. Rudy de ‘ladrón’, Maciulis haciendo de Randolph en la posición de cuatro para sujetar a Clyburn y Campazzo liderando un ataque que recuperó el acierto en el triple (cinco en el tramo final), el Madrid mostró su mejor cara, desinflando al CSKA y gestionando una diferencia que superó la decena de puntos (82-69, min. 40). Golpe de autoridad del Real Madrid.
Nota de prensa Real Madrid • Foto: EuroLeague Media
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