Más de 8.500 fans estaban en el estadio Hovet, tratando de ayudar a Suecia a obtener esa esquiva victoria para pasar a la Segunda Ronda. Intentaron jugar juegos mentales con el esloveno Luka Doncic, pero la superestrella solo sonrió y dejó que su baloncesto hablara en la cancha
Eslovenia derrotó a Suecia 84-81, y Doncic hizo lo de siempre. El jugador anotó 31 puntos en 10 de 20 tiros de campo, con 10 rebotes, 6 asistencias y 2 robos, lo que le otorga un índice de valoración de 32, un partido por todo lo alto.
Se rió de los cánticos que le tildaban de “sobrevalorado”, compartiendo un momento con otra leyenda de los Dallas Mavericks, Dirk Nowitzki, que estaba sentado junto a la cancha en Estocolmo. Suecia no pudo hacer nada para detener a Doncic.
Retrocedieron en el marcador, metió cuatro triples. Se acercaron, sacó su arsenal de movimientos. Le doblaron en defensa, encontró a Mike Tobey con sus pases globo. E incluso cuando fue golpeado con faltas duras, y aún pudo obtener el rebote afortunado.
Doncic fue ayudado por los hermanos Dragic. Zoran y Goran encontraron una canasta cada uno cuando parecía que Suecia podría lograr una remontada al final del juego, y una vez que Ludvig Hakanson y Pelle Larsson fallaron sus potenciales triples ganadores del juego, Doncic estuvo allí en ambas ocasiones, para asegurar el rebote.
Eslovenia finalizó la Primera Vuelta con un 4-2 gracias a los 52 puntos, 18 rebotes y 16 asistencias de Doncic en las últimas tres jornadas y seguirá su camino hacia el Mundial de agosto, clasificándose como segundo clasificado del Grupo C.
Foto: FIBA
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