Phoenix Suns es el mejor equipo clasificado en la NBA y eso ya no es una sorpresa. Los Suns con un balance de 21 victorias y 4 derrotas lideran la conferencia oeste en un espléndido inicio de competición
El conjunto dirigido por Monty Williams no se ha resentido de las Finales perdidas el curso pasado ante Milwaukee (dejaron escapar un 2 a 0 a favor), demostrando que este año sólo tienen un objetivo entre ceja y ceja, el anillo.
Williams en su tercera campaña en los Suns ha conseguido afianzar el proyecto de los de Arizona. Su estreno en el banquillo tuvo un fantástico final de temporada en la burbuja de Orlando (lograron ganar los ocho partidos que disputaron allí). En la segunda los llevó a la Final de la NBA citada anteriormente y en ésta las sensaciones son inmejorables.
Monty tiene una de las plantillas más extensas y de mayor calidad de la NBA, de donde destaca el tridente Chris Paul, Devin Booker y Deandre Ayton. Chris Paul, a sus 36 años, continúa viviendo una segunda juventud. Paul es el cerebro en pista del equipo y su gran dirección es una de las claves del buen funcionamiento de los Suns. Sus más de 14 puntos y 10 asistencias de media por partido lo dejan bien a las claras. El base firmó una extensión de contrato este pasado verano, con lo que desde la gerencia pueden estar tranquilos con su implicación.
Su jugador franquicia, el injustamente infravalorado Devin Booker, es su mejor arma ofensiva. Los 23 puntos de medía y 4,5 asistencias así lo corroboran. Booker es el líder del equipo y debe serlo durante muchos años (tan sólo tiene 26 años). Devin es un líder atípico, ya que prefiere potenciar un mejor nivel colectivo a expensas de que sus números no sean tan llamativos sobre el papel. Ese es uno de sus grandes activos.
Pero si hablamos de juventud, tenemos que hablar de el tercer componente del tridente, el joven Deandre Ayton. A sus 23 años y su 2,11 de estatura lo tiene todo para tener una larga y fructífera carrera en la liga. Sus 16 puntos y 11 rebotes este curso dan fe de ello. Ayton hizo unos grandes playoffs y ese debe ser el espejo donde mirarse. Con el pívot en plan dominante en la pintura, los Suns tendrán mucho ganado.
Fuera de estos tres nombres, los recursos de los de Arizona siguen siendo muy amplios. Los puntos de Mikal Bridges y Cameron Payne (12,2 y 10,1 respectivamente), la intimidación y defensa de Jae Crowder, JaVale McGee, serán determinantes cara a la consecución del anillo. El roster lo completan hombres de equipo que cualquier técnico querría tener. Landry Shamet, Cameron Johnson, Frank Kaminsky, Abdel Nader o Elfrid Payton son uno de los mejores fondos de armario de toda la competición.
El trabajo en los despachos este verano ha sido inmejorable y reafirma el proyecto. Retener a Chris Paul y a Cameron Payne, renovar a Kaminsky, Abdel Nader y contratar a JaVale McGee, Landry Shamet y Elfrid Payton es un win win de manual.
Con todos estos mimbres, es normal que el aficionado de los Suns se ilusione con la consecución del anillo. Sin duda, el sol brilla más que nunca en Phoenix.
Foto: AP
Redactor · Opinión · NBA · Liga Femenina
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