Dos partidos, dos victorias. Ese es el balance con el que abandonará la Selección Española la ciudad de Vigo tras una intensa semana de trabajo culminada con un valioso triunfo ante la potente China. Un periodo de tiempo en el que Miguel Méndez y su cuerpo técnico han aprovechado para asentar los cimientos de su juego antes de gozar de un pequeño periodo de descanso con el que retomar durante la semana la preparación para los Juegos Olímpicos de París
Iniciaba la Selección Femenina su segundo amistoso de preparación en Vigo y lo hacía con un ambicioso quinteto con el que iban a intentar asumir el mando del encuentro desde el inicio. Un primer “pequeño” reto ante una China mucho más rodada tras casi dos meses de preparación. Todo un hándicap que no tardó en hacerse notar sobre la pista con un rival con las ideas un poco más claras ante una Selección Nacional al que le costaba cerrar su aro y que tenía que recurrir a Laura Gil para encontrar su camino en ataque (8-15). Pero terminó siendo el paso de los minutos el mejor aliado de las nuestras para firmar un parcial de 8-0 desde el juego interior con Paula Ginzo y Lola Pendande liderando la remontada nacional al término del primer cuarto (16-15).
Habían disfrutado las de Miguel Méndez en ese tramo final del primer cuarto con su juego y, por ello, el seleccionador nacional no pudo hacer otra cosa en el entreacto más que reforzar con sus palabras esa sólida base. Así, el equipo regresó a pista dispuesto a mantener esa línea de juego a la par que buscaba un paso al frente desde la defensa. Y para ello, las nacionales se hicieron fuerte bajo el propio aro, cerrado el rebote a la perfección y alejando a las pívots chinas de esas posiciones en las que acostumbran a sentirse cómodas. Todo ello para poder imprimir finalmente una nueva marcha a un juego en el que un triple de María Conde fue la llave con la que abrir la puerta a un parcial que iba a llevar a España a los vestuarios en rentas máximas (32-25).
No le sentó nada mal el paso por vestuarios a una Chica que ganaba fluidez en ataque con el inicio de la segunda parte para recortar ligeramente las diferencias. Un objetivo clave para poder optar a la victoria y que María Conde se encargó de dinamitar una vez más con cinco puntos consecutivos con los que seguir enriqueciendo sus rentas hacia una nueva máxima (41-32). La mejor manera de espolear a sus compañeras en un tramo de partido en el que Miguel Méndez intensificaba las rotaciones sin que esto afectara lo más mínimo al juego colectivo (48-37).
Poca historia tuvo ya el encuentro durante un último periodo en el que China no pudo igualar ya el ritmo de juego propuesto por un equipo nacional que mantuvo el ritmo desde la dirección de una Leticia Romero que no tardó en poner el +20 en un marcador que se rompió por completo con un triple de la canaria a un minuto del final. La bocina ratificaba por tanto la segunda victoria y, lo más importante, las buenas sensaciones adquiridas en Vigo antes de poder gozar de unos días de descanso previos al tramo final de la preparación (70-46).
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