Movistar Estudiantes regaló por Navidad a su sufrida afición la victoria más cómoda de la temporada, ante uno de los equipos revelación de la liga, el Monbus Obradoiro. Pese a empezar perdiendo, los colegiales se pusieron las pilas en defensa mediado el primer cuarto… y a partir de ahí empezó a salirles todo. El debut, con minutos de calidad, del junior Adams Sola fue el broche perfecto a un partido que empezó con fiesta navideña y acabó con fiesta baloncestística
Comenzaba Movistar Estudiantes con Cook, Cvetkovic, Landesberg, Suton y Arteaga; y era el escolta serbio el principal protagonista colegial en unos tibios minutos iniciales del Estu: suyas fueron las primeras acciones ofensivas, y las dos primeras faltas (4-10, min 6:50). Le suplió Brizuela, que con un triple acercó a los suyos, pero Monbus Obradoiro castigaba una y otra vez la mala defensa azul: 7-16, min 5.
¡Defensa! Qué fácil es decirlo y qué difícil hacerla bien. A través de ella, Movistar Estudiantes empezó a encontrar mejores posiciones de tiro, y tras una antideportiva, se puso a uno: 15-16. Brizuela, con el modo “olentzero” on, se puso a regalar felicidad para darle la vuelta al marcador. Le sustituyó, para protegerle de las faltas, un chaval de 17 años al que ya hemos visto en Europa pero que debutaba así en Liga Endesa: Adams Sola. Ludde Hakanson, con un triple, cerró el primer cuarto con 25-19.
Se sentía a gusto Movistar Estudiantes, liderado en el arranque de este segundo cuarto por Ludde Hakanson. Tras dos minutos y medio, Moncho Fernández paraba el partido con 32-21 en el marcador. Con un quinteto atípico (Hakanson, Sola, Vicedo, Suton y Brown), el conjunto colegial lograba seguir mandando. ¡Qué dos chapas de Brown a Spires! (36-25). Triple cambio para seguir frescos e intensos (volviendo a pista Cook, Cvetkovic y Suton), y regreso de Landesberg para despertar el “Landismo”: ¡qué dos triplazos de fuera de serie! (44-32). Al descanso, 46-36.
Repitió Maldonado el cinco inicial para iniciar la segunda parte, que estrenaba un poderoso rebote-mate de Víctor Arteaga, que se colgaba del aro como las casas de Cuenca. Aunque Monbus Obradoiro, como ya advirtió Maldonado, no es un equipo que se vaya nunca de los partidos (Thomas rebajó la diferencia 48-40), el conquense se reivindicó con buenos rebotes, defensa y canastas para obligar al “alquimista” a frenar el encuentro (55-40) con menos de 4 minutos jugados.
Goran Suton, con 6 puntos consecutivos, y de nuevo Arteaga, parecían romper el encuentro. Más tras la técnica a Moncho Fernández: 64-43. Y más tras el triplazo de Cook (67-43). Y más tras el de Brown (70-43), que puso la máxima: +27. Movistar Estudiantes estaba consiguiendo la tormenta perfecta, y aunque Monbus Obradoiro lo intentaba, el cuarto acabó con un contundente 74-50, tras parcial de 28-14.
Empezó el último cuarto con mucha espesura. El ritmo no era, desde luego, el mismo que el del cuarto anterior. Pero con dos chispazos de Brizuela sacando músculo y Savané hundiendo la bola en mate al contraataque el partido volvió a ser una fiesta (83-54 mediado el cuarto definitivo). Con el partido definitivamente roto (+30, 86-56, tras triple de Cvetkovic, faltando 3 minutos), volvió ese cántico de “que salgan los chavales” y regresó a pista Adams Sola, quien se estrenó con su primer punto en ACB, desde el tiro libre.
Y con esto, el Delfín Ramiro dando volteretas por el parqué del WiZink Center, un recordatorio de la Demencia al próximo rival y un clarísimo 95-67 en el marcador, la parroquia de Movistar Estudiantes tuvo la primera Nochebuena de estas navidades.
Nota de prensa Movistar Estudiantes
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